El rey de amarillo, de Robert W. Chambers. Reseña por Nicolás Barroso.

10 Oct 2017
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Ilustración, by Kike Herrera.

En la sombría Carcosa

 El Rey de Amarillo (The King in Yellow) es un libro  desconocido para la mayoría de los lectores; si bien ha logrado ganarse cierto prestigio por mérito propio en el mundo de la fantasía y el terror, las razones por las que es descubierto derivan de haber servido de inspiración para una serie de televisión o por la obvias referencias al mundo de Ambrose Bierce y H. P. Lovecraft. Es por lo tanto una obra injustamente olvidada que es rescatada por los motivos equivocados.

 Luego de haber pasado un tiempo estudiando arte en París, Robert William Chambers publicó su segundo libro en 1895. Una antología que reúne originales cuentos de género fantástico que fueron recibidos exitosamente por el público, de los cuales solo cuatro se relacionan con “El mito Amarillo”. En sus páginas conoceremos todos los elementos que conforman la cosmogonía del Rey de Amarillo, una entidad sobrenatural con el que sólo es posible comunicarse en sueños, de un libro que causa locura con tal solo leer algunas páginas y de Carcosa, una ciudad ficticia de horrores. Lovecraft fue un gran admirador de la obra de Chambers y gracias a ella cimentó su propio universo de horror cósmico, los elementos similares son fácilmente reconocibles (deidades malignas, objetos que causan maldiciones, cultos secretos).

 La originalidad de El Rey de Amarillo reside en que abandona los elementos del terror gótico como los castillos, eventos sobrenaturales de difícil explicación o monstruos clásicos ya que busca el origen del horror en lo inmaterial y el la perturbación del espíritu humano. Chambers logra en muy pocas páginas crear un mundo infeccioso con identidad propia que alcanza notoriedad en su género, con alusiones a los miedos propios del ser, lo que abrirá paso a los Mitos de Cthulhu y a la creación del terror moderno.

 Los relatos que están unidos a “El mito Amarillo” son: “El reparador de reputaciones” (una historia sobre las ambiciones desmedidas, donde conoceremos al grotesco Mr. Wilde y el descubrimiento de la existencia de El libro amarillo y el descenso hasta la locura), “La máscara” (dos escultores compiten por el amor de una actriz a la vez que quieren probar quién es el mejor en su trabajo, uno de ellos utilizará una formula alquímica que traerá consecuencias) , “En el patio del dragón” (un hombre es acosado por un organista de una Iglesia, el cuál quiere su alma para realizar un ritual) y “El signo amarillo” (Una historia romántica entre un pintor y su musa, relato autobiográfico de Chambers. Al mismo tiempo el artista es perseguido por el vigilante del cementerio).

 En 2014 True Detective vió la luz, en su primer temporada Woody Harrelson y Matthew McConaughey interpretaron a los detectives que a lo largo de diecisiete años intentan atrapar a un asesino en serie. La serie combinaba filosofía nihilista, contaminación ambiental, satanismo y evangelismo en ambientes desérticos que quedaron aislados del progreso norteamericano. Así mismo las referencias a El rey de amarillo y a Carcosa que aparecían en los capítulos hicieron que la obra de Chambers fuera revisitada y descubierta por un nuevo público, por lo tanto aquel injusto olvido al que fue sometido el libro fue reparado con nuevas ediciones.

 Más de ochenta libros, entre novelas y cuentos, componen la obra literaria de Chambers. Este Mes del terror es una buena oportunidad para sorprenderse con los relatos del este gran – aunque poco conocido- autor.

 

En palabras del redactor, Nicolás Barroso:

 Mi primer recuerdo sobre el terror es de los cinco o seis años cuando vi por televisión el anuncio de una película de Freddy Krueger. A mis amigos y a mí nos generaba una mezcla de pavor y curiosidad. Nuestros padres nos prohibían ver esas cosas, lo que no disminuía nuestro interés en el género. A eso le siguieron una colección de VHS que editaba un diario sobre películas de terror, la mayoría bastante malas pero disfrutables. La versión animada y live action de cuentos de la cripta (cuando HBO era un canal más de la grilla) y los libros de R

L. Stine fueron mi primera formación. Romero, Carpenter y Argento vendrían después, en el momento justo. 

Asustar y ser asustados es parte esencial de nuestra infancia, un juego que después derivará en buscar ese mundo en libros y películas. Asomarse al mundo del terror es una de las mejores formas para interpretar nuestra realidad. 

 

En palabras del ilustrador, Kike Herrera:

 Mi experiencia con el terror, fue hace ya varios años. Luego de ver una de las películas de freddy krueger. Tuve muchas noches malas no dormía bien, tenía muchas pesadillas. ¡Creí que me estaba volviendo loco!

Fue algo muy malo, y seguramente la razón de todo fue que la vi ardiendo en fiebre. Llegó al extremo de que mi madre sugirió hacerme una intervención religiosa, ya que ella creía que yo estaba “endemoniado”.

 

 

 

 

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