Derribando mitos: así se aplica la Ley de Educación Sexual Integral en Salta

La normativa promulgada en 2008 plantea lineamientos claves para trabajar en las aulas junto a los alumnos.

02 Oct 2018
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IMAGEN ILUSTRATIVA Cuarto: Salta a diario

La discusión sobre la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que se dio en la sociedad argentina generó diálogo en grupos de amigos, familia y compañeros que incluyeron a la educación sexual como uno de los ejes en común.

Sin embargo, mensajes confusos y “noticias falsas” que circulan por las redes sociales, indican que la educación sexual integral, ESI, adoctrina a los jóvenes imponiendo diversos modelos de sexualidad.

“Un maestro de primaria no enseña lo mismo que uno de secundaria”, aseguró a LA GACETA la coordinadora del Programa de Educación Sexual Integral en Salta, dentro del Plan Nacional de Prevención y Reducción del embarazo no intencional en la adolescencia, Florencia Sánchez.

Sánchez insistió en que el trabajo sobre educación sexual en las aulas no fomenta la homosexualidad, no provee material pornográfico, no incita a los chicos a iniciarse sexualmente en edad temprana y no trabajan con preservativos en aulas de la primaria.

“Nosotros garantizamos la Ley 26.150 que dice, básicamente, que los niños, niñas y adolescentes tienen el derecho de recibir esta educación en todos los establecimientos del país: privados o públicos”, explica la profesora.

A través de un cuadernillo, desde el Ministerio de Educación se brindan los lineamientos curriculares que parten de la Ley y especifican cómo se debe trabajar en cada nivel educativo: inicial, primaria, secundario y en formación docente.

De 2012 a 2017 se capacitaron a 8.500 docentes, de los 25.000 existentes, en toda la provincia para brindar Educación Sexual Integral.


“En el nivel inicial se explica el reconocimiento de las partes del cuerpo, el respeto por las demás personas. En la primaria se hace hincapié en la privacidad. Se habla también de los diversos tipos de familia y bajo ninguna circunstancia se promueve nada. Para dar ESI se piensa en una cosmovisión integral de la sexualidad donde lo biológico se integra con lo social de la persona. Lo sexual, está atravesado por las configuraciones culturales de la sociedad”, explica Sánchez.

Uno de los reclamos de los estudiantes secundarios en las pruebas Aprender fue que deseaban recibir educación sexual integral.

Desde 2012 se comenzó a trabajar en dispositivos bajo el lema “ESí se habla”. El material que se genera, tanto para docentes, alumnos como publico en general, está disponible en la web del Ministerio, desde este link. “A partir de este material se garantiza la capacitación al docente de forma continua en donde hay un seguimiento importante en cada escuela sobre la implementación de estos trabajos en el aula”, dijo Sánchez.

“Muchos docentes entienden que a la educación sexual como el acto sexual, pero es realidad mucho más amplia. No solo estamos previniendo enfermedades o embarazos no deseados o actitudes de riesgo en los jóvenes. Trabajamos con cinco ejes que son fundamentales para explicar el resto: el cuerpo y la salud; reconocer la perspectiva de género; la afectividad; la diversidad y los derechos humanos. Esos ejes son irrenunciables en la construcción de los contenidos que se brindan y son transversales. Tratamos de abarcar la educación sexual de manera integral”, insistió Sánchez.

Por último concluyo relatando el intenso trabajo que se lleva adelante con el sector de la Salud: “a los chicos les explicamos cuáles son sus derechos para que los hagan valer ya sean en el centro de salud o en el hospital. Estamos capacitando a médicos de capital y Orán, por ejemplo para que puedan garantizar respuestas a los jóvenes que van por consultas relacionadas a, por ejemplo, los métodos anticonceptivos”, finalizó.
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