Badur Hogar: una historia que conjuga romance y humor, en clave salteña

La película dirigida por Rodrigo Moscoso y con producción netamente salteña llegó a la provincia e invita a repensar y reírse de lo que consideramos como propio.

22 May 2019

Anoche, a sala llena y en el cine Hoyts se llevó a cabo la primera proyección de Badur Hogar en la ciudad en donde fue filmada: Salta.

La película dirigida por Rodrigo Moscoso fue estrenada a principios del mes pasado en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI) a principios del mes pasado luego de resultar ganadora de la convocatoria de Largometrajes Regionales del INCAA.

La película se proyectará a partir de mañana, en el Cine Hoyts, 13, 17.50 y 22.30; y en el Ópera a las 19.10.

Es el segundo largometraje de Moscoso luego de haber irrumpido en la escena cinematográfica nacional con “Modelo 73”, en el 2001. El director define a su obra como “una comedia de enredos” y busca plantear una distancia respecto a la típica comedia romántica.

Cerca de 300 personas disfrutaron de la Avant Premiere en el Cine Hoyts y respondieron al planteo cómico y a los guiños regionales que propone el guión del film.

ANOCHE EN EL LANZAMIENTO DE BADUR HOGAR, FOTO GENTILEZA CAROLINA VERA

Apuesta arriesgada

Producir un contenido audiovisual de alta calidad fuera del distrito Buenos Aires no es nada fácil y mucho menos en el contexto económico actual, que hace difícil encontrar financiamiento.

La productora Mariel Vitori había compartido en sus redes sociales que el “presupuesto con el que contábamos para realizarla es de un premio regional de largometrajes del INCAA (prácticamente la mitad de lo que necesitábamos)”.

Por otro lado, el hecho de competir en la misma sala con mega producciones de estudios norteamericanos, como Avengers o Alladin, que además cuentan con presupuestos multimillonarios hace más complicado la distribución del contenido local.

Hay que tener en cuenta también que este film fue realizado con un equipo que contó entre sus filas con gran mayoría de salteños además de que sus escenas fueron grabadas en locaciones salteñas.

Pese a que Salta es la única provincia del noroeste argentino que no cuenta con escuela de cine y que además no tiene una ley audiovisual que regule esta actividad, producciones de este tipo ponen en valor al cine salteño.

Hacer de Salta un polo de producción audiovisual fue uno de los principales motores que animó a correr el riesgo de realizar esta producción. “Hay muchos que estamos luchando por que se dé una continuidad de producciones en Salta, que les permitan a los técnicos y a la gente que se dedica a esto vivir en Salta. Para que se asiente y se fortalezca falta un poco. Más allá de mi deseo de que funcione y le guste al público, quiero que esta película sea un aporte para este camino, para lograr filmar en Salta más seguido, para que se hagan películas en todas las provincias. Que se vea que se pueden hacer películas de calidad profesional y que cuenten historias que no solo suceden en Buenos Aires”, había comentado su director en una entrevista con Infobae.

Comedia, sutiles críticas sociales y caminos no convencionales

El tono de comedia atraviesa todo el film pero en medio del recorrido se entrecruzan el drama y un planteo no convencional que complejiza algunas temáticas. El amor es una de las grandes temáticas que aborda el relato pero se llega hasta ahí a través de la mentira, del engaño y del miedo.

Las relaciones familiares, el peso de la herencia de los padres, los mismos vínculos entre padres e hijos, la amistad, los negocios, la enfermedad, la libertad y el paso del tiempo son solo algunos de los tópicos que aborda el film, todos tratados en clave de humor sin que esto le quite realismo.

La crítica hacia algunas convenciones sociales, y un sutil planteo sobre las diferencias de clases sociales también forman parte de la trama que narra el cruce entre las historias de Juan Badur (Javier Flores) y Luciana (Bárbara Lombardo). Ambos atraviesan una crisis existencial y su encuentro es como un choque de planetas que derivará en divertidas situaciones.

Es una historia de amor pero que no recorre los caminos más fáciles para ser contada, sino que se narra a través de antivalores sociales como la mentira y el engaño.

La metáfora del negocio familiar abandonado en contraste con la situación que atraviesa el personaje principal juega un rol fundamental a la hora del planteo de la historia y del desarrollo de los personajes protagónicos.

La película invita a reírse de lo que uno considera como propio, como parte de la identidad. Hay una salteñidad en juego, que es tomada con humor, y que invita a mirar desde afuera lo que puede haberse naturalizado en la cotidianeidad.

Las actuaciones de Bárbara Lombardo y Cástulo Guerra

La única persona que no es salteña y que formó parte del elenco es Bárbara Lombardo, quien actuó en grandes producciones como “El Puntero”, “Cautiva”, “Diario de motocicleta”, “Resistiré” y “Los ricos no piden permiso”.

A la calidad actoral de Lombardo se sumó el talento de un salteño radicado en el exterior: Cástulo Guerra, que participó de varias producciones en Hollywood.

Guerra vive en los Estados Unidos desde 1971 luego de llegar al país del norte a través de una beca Fullbright para completar sus estudios teatrales en la Universidad de Kansas. Se dedicó al cine y al teatro siendo una de sus participaciones más recordadas su papel en Terminator 2.

Ambos le dieron un toque de calidad único, sumado a las buenas actuaciones de Flores, Nicolás Obregón y Daniel Elías.

IMAGEN DE DIFUSIÓN

Bien salteña, pué

La película está plagada de guiños salteños y el uso del “pue” es una de las principales referencias a la salteñidad, en este caso a través del lenguaje hablado.

Se muestra también la construcción de la identidad con elementos foráneos producto de la inmigración, ya que la familia del protagonista es de origen sirio-libanés. El protagonismo de los llamados popularmente “turcos” en el comercio local, principalmente en el sector electrodomésticos, queda retratado en el film.

La aristocracia salteña también puede verse a través de las relaciones laborales que establecen los personajes. Juan y su amigo Gaspar se dedican a limpiar piletas y cortar el pasto, por lo que en ocasiones se los muestra siendo destratados por sus ocasionales clientes.

Las locaciones en que fue filmada la película son fácilmente reconocibles para los habitantes de esta ciudad. El castillo de San Lorenzo, la calle Balcarce, el cerro San Bernardo, paisajes de Vaqueros y La Caldera, el mercado San Miguel y la calle San Martín forman parte del paisaje principalmente urbano que se muestra.

Todos estos elementos hacen que la atención en el relato audiovisual se centre en la historia y no tanto en el paisaje, como ocurre con algunas producciones foráneas que llegan a Salta en busca de fondos naturales y no de historias.

 Si bien hay referencias sutiles a las diferencias de clases, la película muestra a una “Salta, la linda” más publicitaria y hay situaciones que no se muestran ya que todo se desarrolla en los lugares más vistosos. Las villas y los barrios populares no forman parte de la trama, y el mercado San Miguel es retratado como un shopping.

IMAGEN DE DIFUSIÓN

La película se proyectará a partir de mañana, en el Cine Hoyts, 13, 17.50 y 22.30; y en el Ópera a las 19.10.

Personajes entrañables

La historia está protagonizada por antihéroes pero que en definitiva resultan queribles y entrañables.

Juan Badur es un salteño “quedado” (de hecho en varias partes del film se lo remarcan explícitamente los otros personajes), de 35 años y que aún vive con sus padres. Entra en conflicto al encontrarse con un compañero del colegio que recorrió otros lugares del mundo y pareciese llevar un presente exitoso. Su enfermedad y su autopercepción lo hacen entrar en una crisis existencial que lo lleva a replantearse sus vínculos y sus desiciones.

En el peor momento de su vida se cruza con Luciana, una joven porteña que está de paso en Salta y que escapa de una ex pareja. Lejos de su ciudad entra en conflicto con la familia que formó su padre en Salta y con cuyos integrantes no se lleva nada bien.

Con vehemencia y con una pizca de locura, Luciana va empujando a Juan a vivir nuevas situaciones que lo sacan de su rutina. Entre mentiras y ocultamientos van construyendo un amor de una forma que sale de los lugares comunes.

ANOCHE EN EL LANZAMIENTO DE BADUR HOGAR, FOTO GENTILEZA CAROLINA VERA

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