Caso Daniela Guantay: dos acusados negaron todo

Carlos Alfredo Agüero y Marisel Griselda Urzagaste lloraron y juraron que no tienen nada que ver con el caso.

05 Feb 2020
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Ayer por la tarde dos de los seis acusados por el asesinato de Daniela Paola Guantay pidieron prestar declaración.

Marisel Griselda Urzagaste negó haber tenido vinculación con el hecho. Sobre ella pesa la imputación de domicilio doblemente agravado. 

También declaró Carlos Agüero, alias “Chury o Chuly”. Su testimonio fue importante, por el rol que se le asigna en el caso. Según la hipótesis de la fiscalía Agüero, que vendía droga, fue el que pidió que le trajeran a Daniela, porque pensaba que ella le había robado estupefacientes. A Agüero se le atribuye una frase atroz: dijo que “le iba a cortar las manos a Daniela por ladrona”. El cuerpo fue encontrado, justamente, sin sus extremidades.

Agüero, sin embargo, al prestar declaración también dijo ser inocente.

El caso es complejo y en su desarrollo han jugado un rol fundamental testigos protegidos, que son los que permitieron elaborar la hipótesis sobre el hecho: gente que entregó a Daniela, a cambio de droga. El asesinato, concretado en la casa de otro imputado, Juan Reynaldo Álvarez. Y las torturas.

En este caso serán decisivas las pruebas forenses, perjudicadas, en este caso, por el deterioro del cuerpo: ayer la abogada de la familia Guantay dijo que ni siquiera se había podido determinar bien la causa de muerte. Esto da a entender que la hipótesis de los abusos sexuales se da por los testimonios, no porque se hayan podido detectar restos de semen o porque el cuerpo presentara heridas en consonancia con un abuso sexual.  

De todos modos, es fundamental que, más allá de los testigos protegidos, la fiscal tenga pruebas científicas que sitúen a Daniela en la casa de Álvarez.

En las próximas jornadas el fiscal mostrará todas las cartas. Deben ser sólidas, pues la acusación contra los seis imputados es grave: “homicidio agravado por mediar violencia de género, por ser perpetrado con ensañamiento y por el concurso premeditado de dos o más personas, abuso sexual con acceso carnal agravado por el número de participantes y calificado por la muerte de la víctima, tortura agravada por la muerte de la víctima”.

El testimonio de una madre

Verónica Guantay declaró que su hija consumía estupefacientes y cuando lo hacía era dócil, buena..." Dijo que unas amigas de su hija le dijeron que Daniela había sustraído una importante cantidad de estupefacientes a un "transa" y que la mataron y torturaron en venganza.

“Me decían que la busque en la casa del "viejo" Alvarez y fuimos mi hija Tamara y yo, pero nos dijeron que no estaba”, dijo.

Una parte de la declaración de Verónica quizá no arrojó mucha luz sobre el caso, pero sí sobre una situación que padecen cientos de mujeres en Salta: "No me quisieron tomar la denuncia, pese a que los policías la conocían a mi hija porque era víctima de violencia de género", dijo la mujer.

La búsqueda podría haberse iniciado antes. Daniela quizá podría estar hoy viva.


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Salta Capital
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