Conocé al salteño que vio en la física su sentido social

Fue becado para estudiar en el Balseiro hace nueve años, está a punto de terminar su doctorado y en un mes hará investigación en una universidad de Estados Unidos.

25 Abr 2015
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Damián con el doctor Alejando Kolton, otro salteño que fue jurado de la tesis del joven.

A través de números, cálculos y relaciones, la Física puede ser una gran herramienta para comprender comportamientos sociales. “No todo es átomos y moléculas en la física”, destacó Damián Hernández, un joven salteño que hace nueve años le encontró el “lado divertido” de esta disciplina y fue a perfeccionarse al prestigioso Instituto Balseiro.

En diálogo con LA GACETA, Damián contó cómo las ciencias duras pueden encantar al investigador y explicar ciertos comportamientos humanos.

Al finalizar la secundaria, decidió inscribirse en la carrera de ingeniería de la UNSa pese a su predilección por las ciencias físicas. “¡Pero qué podía ganar un científico! La ingeniería, me decían, tenía una mejor salida laborar”, expresó el físico, quien ya, durante la adolescencia, se fascinaba por los juegos con incógnitas y los acertijos que requerían resolución a través de lógicas.

El taller que descubrió la pasión

A sus 21, en la misma universidad, el joven conoció al profesor Daniel Córdoba, quien hace 14 años realiza un taller llamado “La física al alcance de todos”. Desde allí, este docente no solo introduce a los estudiantes en esta disciplina sino que hace de ésta una motivación de superación. Es más, hace algunos años, el taller fue declarado de interés nacional por el Senado de la Nación.

Damián, como muchos más salteños, fueron descubriendo en ese taller su pasión por la física. No sólo se preparó con el “profe” Córdoba para las Olimpiadas Nacionales de Física, sino que también se adiestró para obtener una beca en el instituto más prestigioso de este país en la materia, “el Balseiro”.   

“Empecé a ver la física desde otra perspectiva. Te cambia la visión… Y me fui de la ingeniería”, recordó.

Ya en Bariloche…

Desde la ciudad emblema del turismo de Río Negro, Damián se mostró agradecido con la vida y las posibilidades que le dio el país. “¡Yo no tuve que poner un peso! Me pagaron para estudiar”, enfatizó el joven que a través de una beca realizó la carrera de Licenciatura en Física, luego su maestría y hasta el doctorado que en estos días lo está finalizando.

“Saliendo afuera uno se da cuenta que esto es excepcional; en la mayoría de los países tenés que hipotecar la vida prácticamente”, graficó su gratitud.

La beca le permitió a Damián alquilar una cabaña junto a unos amigos y vivir para estudiar. Allí  encontró el gusto por la investigación, la ciencia y su aplicación a problemáticas sociales. Además de haber conocido su actual esposa, con quien tuvo un hijo hace dos años.

“En la carrera me gustó que pude aplicar la ciencia en cosas que uno no pensaba. Se puede encontrar explicaciones a comportamientos sociales a través de la ciencia dura”, aseguró el físico.

Pero, ¿cómo se puede explicar lo social a través de la física?

Hay ciertos patrones que se repiten en las estructuras sociales, según el salteño. Existen construcciones teóricas que explican la dinámica de los movimientos de las personas en situaciones de emergencias, ejemplificó.

Es más, Damián presentó como tema de tesis una teoría sobre la propagación de epidemias con la que realizó un paralelismo con la dispersión de rumores.

Sí, las epidemias y los rumores según modelos físicos y matemáticos tienen comportamientos similares. De acuerdo a la explicación del físico: suele suceder dos tipos de comportamientos en estos problemas; si es un brote, éste desaparece rápidamente en comparación si se infecta a una gran población, convirtiéndose en epidemia. Al igual que el rumor, según su interés y en quienes recaiga, su propagación puede ser reducida o ilimitada.

Como estos, hay muchos casos de comportamientos humanos que pueden ser teorizados desde la física, según el salteño.

Rumbo a Atlanta

Ahora, Damián se encuentra planificando una mudanza. El mes que viene, parte a Atlanta con toda su familia. Desde allá recibió la oportunidad de trabajar en la Universidad Emory y seguir estudiando lo que le gusta. “Me gustaría meterme más en la neurociencia”, confesó.

Pero su meta –detalló- es volver a la Argentina e investigar en el Conicet. “Es la manera de devolver todo lo que el país me dio”, reflexionó este salteño que añora Salta, pero poco puede visitar.

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