Cintia Fernández: su recuerdo se potencia por la necesidad de justicia

A cuatro años de que Ana Fernández encontrara muerta a su hija en su departamento, su mamá y sus amigos la recuerdan en charlas exclusivas con LA GACETA. Mirá los videos

03 May 2015
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FOTO GENTILEZA ANA FERNÁNDEZ

La muerte es una certeza que abre dudas infinitas. La vida que podría haber continuado, cómo habrá sido esa vida, qué sigue vivo después. El 3 de mayo de 2011, Ana Fernández encontró el cadáver de su hija en un departamento que Cintia estaba arreglando para ponerlo en alquiler. Con la plata que saliera de ahí, la mamá podría tener un pasar más tranquilo, la hija terminaría su tesis en ingeniería genética en Misiones sin mayores preocupaciones, el viaje a Cuba tantas veces soñado podría al fin cumplirse.

La muerte de Cintia Fernández fundó también certezas indefinibles para quienes la amaron y la recuerdan. A cuatro años de la pesadilla en la que habita Ana, la vida de Cintia vuelve al presente con sentidos que siguen moviéndose en las fronteras del afecto, en los pedidos de justicia, en las noticias que hablan de ella y de la causa que investiga su asesinato.



Su mamá y tres de sus amigos, Mariana Barrios, Cristian Mamaní y Cecilia Aguirre, conversaron con LA GACETA sobre lo que les dejó la vida de Cintia, la que ellos vieron, más allá de cualquier duda, mientras siguen las búsquedas interminables, las marchas, las luchas, desde hace cuatro años, en un día como hoy.

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