Viajar es una odisea para los discapacitados

La ley manifiesta que las personas con discapacidad pueden viajar gratis en colectivos de corta y larga distancia; que pueden hacer el trámite con 48 horas de anticipación; que sólo necesitan presentar el carnet y el documento de identidad y que tienen derecho a elegir una ubicación al lado de la puerta de ingreso. Pero la realidad de quienes se acercan a las ventanillas de las empresas para acceder a su derecho es diferente. 

En Salta, las personas con capacidades diferentes tienen que tramitar el pasaje con un mes de anticipación y la ubicación depende de los lugares que dispone la compañía de transporte. Para muchos viajar es una verdadera odisea.

Algunos testimonios

Constanza Cambiasso, es mamá de Camilo, un nene de 8 años con discapacidad que esporádicamente tiene que viajar a Buenos Aires para someterse a controles médicos. La mujer cuenta que cada vez que tiene tramitar un pasaje para su hijo es una lucha. “La ley dice que la persona con discapacidad puede conseguir pasajes de colectivo con 48 horas de anticipación y acá no pasa eso. Tenes que ir empresa por empresa y  te dicen que tenes que comenzar el trámite con un mes de anticipación, y sólo podes sacar pasaje de ida, salvo que vayas y vuelvas tres días”, contó la mujer.

En su relato, la mamá de Camilo agregó que cada vez que tiene que viajar comienza el pedido dos meses antes. “Cuando vas te dicen que el plan para discapacitados no les aparece vigente en el sistema y te piden que vuelvas al día siguiente. Cuando volves, te dan una planilla para que llenes con tus datos y te sugieren que vuelvas a los dos días para ver si hay alguna novedad”.

Por otro lado, la mujer remarcó que tampoco son accesibles con las fechas. “Incluso cuando vas con mes antes tampoco te dan la fecha que pedís. Siempre te responden que no tienen disponibilidad y te ponen todas las trabas posibles. A mí me da bronca porque no estoy mendigando nada, sólo pido lo que por ley le corresponde a mi hijo”, concluyó Coti, quién además agregó que las empresas más complicadas para conseguir pasajes para personas con capacidades diferentes son Andesmar y Fecha Bus.

Por otro lado, María Teresa, madre de Inés y Santiago, dos jóvenes con retraso mental comentó que dejó de tener problemas para conseguir pasajes para su hija porque optó por buscar por otros caminos. Angustiada y desilusionada con el sistema, la mujer compartió su experiencia.

“Cuando tuve que gestionar pasajes para ir a Córdoba con mi hija y mi hermana con mis sobrinas, me rebotaron como tres veces. Iba a ventanilla y me decían que no había disponibilidad, que vuelva otro día. Hasta que un día les tuvimos que decir que si no nos daban los pasajes que nos correspondían por ley, tampoco íbamos a comprar los tickets de las otras personas que viajaban con nosotros. De esta manera accedieron a agilizar el trámite”, sostuvo Teresa, quién tuvo que lidiar con la Veloz del Norte.

Las empresas

LA GACETA consultó a las empresas locales que realizan viajes de larga distancia. En la Veloz del Norte, que también integra a Flecha Bus, respondieron que todos los 15 de cada mes se habilita el trámite para discapacitados y sugirieron ir ese mismo día para conseguir asiento. Consultados acerca de los lugares destinados para las personas en silla de ruedas, respondieron que eso dependía de la disponibilidad dentro del colectivo. Es decir que si no llegas a tiempo, te toca donde te toca sin importar la complejidad del caso. En la Veloz del Norte hay cuatro cupos para discapacitados por viaje (esta cifra contempla al acompañante).

Hoy en Andesmar no hay asientos para discapacitados. En mesa de informes respondieron que desde el 6 de septiembre se habilitará el trámite pero aconsejan ir a la sucursal de la terminal lo antes posible, para iniciar el trámite. Al igual que en La Veloz de Norte, la ubicación dependerá de las vacantes que haya en la unidad. Sólo hay seis lugares para discapacitados.