La autopsia reveló que el ingeniero murió ahogado

También se precisó que el cuerpo de Luis Eduardo Aguirre no presentaba signos de violencia. Por esto, el caso quedó caratulado como "muerte accidental".

31 Jul 2015

Los resultados de la autopsia al cuerpo de Luis Eduardo Aguirre (52) revelaron que murió ahogado, y le permitieron al fiscal descartar que el ingeniero haya padecido una muerte violenta.

El diagnostico del cuerpo forense determinó que la causa de la muerte de Aguirre fue “asfixia por sumersión”. Sin embargo, el fiscal penal Ramiro Ramos Osorio pidió la extracción de muestras para realizar estudios complementarios, de orden toxicológico, porque existen elementos que hacen presumir la ingesta de fármacos por parte del ingeniero, horas antes de fallecer. 

Con los resultados aportados en la investigación, se estimó que el ingeniero había muerto 36 horas antes de ser hallado su cuerpo, en la tarde de ayer, en una finca privada como Puente Castellano, camino a Lesser. 

Sobre el estado del cuerpo, el Fiscal aseguró que debido a la temperatura del agua, y que parte del mismo estaba semisumergido, desde la cintura hacia la cabeza, el cuerpo preservaba su estado. 

El caso quedó en manos de la Fiscalía Penal N°1, de acuerdo a la jurisdicción, encabezada por el doctor Miguel Medina, quien lo caratuló como “muerte accidental”. 




El hallazgo

Ayer, desde la división de Prensa de la Policía de la Provincia informaban que personal de Bomberos y la División Canes había encontrado el cuerpo del ingeniero “sin signos de violencia y boca abajo dentro del curso del agua”. 

El jefe de Operaciones de Defensa Civil, Juan Carlos Palma, confirmaba que junto al cadáver del ingeniero “no se encontró ningún tipo objeto” con el que podría haberse quitado la vida Aguirre.

Luis había desapareció el último lunes cerca de las 11 cuando abandonó su casa de calle Federico Gauffin en San Lorenzo. Desde ese momento hasta el día de ayer un gran número de amigos, vecinos y asociaciones se sumaron a la búsqueda del hombre de 52 años, que culminó de la manera menos deseada.  

Sandra Yañez, esposa del ingeniero fallecido, comentaba el martes que se sentía desconcertada por la desaparición y pese a contar que en los últimos tiempos su marido había sufrido ataque depresivos, aseguró que “mejoró en los últimos días”

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