En agosto condenaron a 11 hombres por abusar sexualmente de menores

La mayoría de las víctimas son familiares que convivían con los abusadores. Las penas impuestas oscilan entre los tres y los 21 años de prisión.

31 Ago 2015
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Durante el mes de agosto, 11 hombres fueron condenados a prisión por jueces salteños por encontrarlos culpables de delitos de abuso sexual contra menores de edad y otros dos por abusar de mujeres de más de 18 años. Siete de los abusadores convivían con las víctimas por ser sus padres, padrastros o tíos. 

Los datos surgen de la información que suministra cada día el departamento de prensa de la Ciudad Judicial de Salta y abarca a jueces de las jurisdicciones de Salta capital (seis casos), Orán (cuatro casos), Metán y Tartagal (un caso en cada jurisdicción).

El total de víctimas es de 12, mientras que los condenados fueron 13, ya que una de las menores fue abusada por su padrastro y también por su abuelastro. 

Diez de las víctimas fueron sometidas cuando eran menores de edad y solo tres de ellas no convivían con su atacante. Uno de esos casos se trata de una joven de Orán cuyo agresor dijo que mantenía con ella una relación sentimental pero la Justicia consideró que el condenado se aprovechó de la inmadurez sexual de la víctima en razón de la mayoría de edad del autor.

La relación familiar (sanguínea o política) entre la víctima y el victimario ha sido un patrón común en los casos juzgados. Tres padres fueron condenados por abusar de sus hijas y dos de ellas quedaron embarazadas productos de esas violaciones. Otros tres sentenciados sometieron a las hijas de sus parejas, con quienes convivían bajo el mismo techo. En uno de los casos la víctima también fue abusada por su abuelastro de 74 años.

Dos tíos fueron sentenciados por abusar de sus sobrinas y solo cuatro hombres de los 13 condenados en agosto no sometieron a familiares.

Tipos de abusos y penas

Nueve de los 12 condenados accedieron carnalmente a sus víctimas y en todos los casos en los que convivían con ellas, los delitos se agravaron por el deber de guarda que tenían sobre ellas. En los casos en donde no hubo penetración, se castigó el aprovechamiento de la inmadurez de las menores y la alteración de su crecimiento sexual, bajo las figuras de corrupción de menores y de abuso gravemente ultrajante.

Las penas impuestas van de los tres a los 21 años de prisión y en todos los casos, los condenados deberán cumplirlas en la cárcel. La pena menor la recibió el hombre que dijo tener una relación sentimental con la menor, ya que no hubo acceso carnal; mientras que la pena mayor fue impuesta contra un padre que violó a su hija durante cuatro años, desde sus cinco a sus nueve años, además golpeaba a su mujer. 

La variación en la cantidad de años a prisión a los que fueron condenados depende de factores como la cantidad de hechos comprobados, la edad de las víctimas y si existió otra conducta punible.
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