Testigos relacionaron al ex subcomisario con Levín

En la segunda audiencia del juicio contra el ex dueño de La Veloz del Norte, tres ex empleados prestaron testimonio y relataron su paso por la Comisaría N° 4.

08 Sep 2015
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FOTO ARCHIVO LA GACETA

En la segunda audiencia del primer juicio por delitos de lesa humanidad contra un empresario, tres ex choferes de La Veloz del Norte dieron testimonio y recordaron al ex subcomisario Víctor Bocos “circulando” por la empresa y usando un vehículo Ford Falcon color celeste, perteneciente a la firma de Marcos Levín.

Tanto Bocos como Levín están imputados en esta causa; uno por ordenar y perpetrar tormentos y la privación ilegítima de la libertad del ex chofer Víctor Cobos y el segundo por instigar esas torturas.

De los cincos testigos que se presentaron ayer, sólo tres pudieron dar su declaración, tras dilatarse el inicio de los testimonios, dada la lectura de peticiones y consideraciones de los abogados fiscales, quienes solicitaron tener en cuenta nuevas pruebas surgidas luego de la instancia indagatoria.

En la misma jornada, la defensa del ex policía también pidió la nulidad de los testimonios, dados los problemas de conexión con el sistema de videoconferencia que imposibilitaba al imputado seguir el juico desde su casa.

Ante esto, y para evitar más demoras, el Tribunal resolvió disponer una ambulancia y personal del Samec para buscar y asistir al hombre en una oficina contigua a la sala de audiencia. Cabe recordar que la semana pasada se resolvió que Bocos siguiera el proceso desde su domicilio, considerando un examen médico de la Corte Suprema que indicaba el cuadro de incontinencia urinaria del ex subcomisario, causado por un posoperatorio quirúrgico.

En primer lugar declaró Carlos Aponte, quien dijo que fue detenido en la Comisaría N° 4, en enero de 1977, en la misma donde estuvo Cobos. Allí fue sometido a torturas en una de las noches que estuvo detenido y señaló a Bocos como promotor de los tormentos. Además aseguró que vio en dos oportunidades a Levín entrar a la oficina del entonces subcomisario.

“Me golpeaban y preguntaban quiénes eran los que robaban; yo no les decía nada porque no sabía nada… luego veo lucecitas, eran de la picana que me la aplicaron y recuerdo que me oriné”, relató el ex chofer, quien también declaró que los policías buscaban averiguar sobre su participación y la de sus compañeros en el sindicato de la UTA.    

Luego fue el turno de Amado Núñez, quien contó que una patrulla lo buscó de su casa y lo llevó hasta lo comisaría, donde quedó demorado hasta la madrugada. Allí le tomaron declaración por averiguaciones de estafa a la Veloz del Norte. “Me metieron en una pieza solo, pero no me tocaron, ni nada”, destacó el testigo, quien además aseguró que pese a estar desvinculado de la empresa, actualmente hace algunas diligencias para la esposa de Levín.

A diferencia de Núñez, quien se jubiló de la Veloz del Norte tras 43 años de servicio, Carlos Alberto Barrientos -el tercer testigo- contó que se hizo “echar” de la empresa en el ‘77 después de su detención por la misma causa que su compañero. Apenas tomó la palabra, el ex empleado aclaró que no sabía nada sobre torturas.

“Después de mi detención, el clima quedó tenso. Sentía que mi relación con la empresa no era segura y mi abogado me aconsejó que me haga despedir. Yo no podía trabajar así”, sostuvo y destacó “no me sentía inseguro pero estaba todo mal”. Los testigos señalaron que Cobos era gremialista e indicaron que vieron al policía Bocos circular en la sede de la empresa transportista vestido de civil y utilizar un Ford Falcon celeste propiedad de la firma, aquel que identificó el querellante como el vehículo donde lo llevaron detenido.

El abogado defensor de Levín, René Gomez, escuchó los testimonios y aseguró que no tienen peso para acusar a su defendido.

La tercera audiencia tendrá lugar el próximo 21 de septiembre, en la sala N° 1 del Tribunal Oral Federal. 

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