Conocé a Makal Stibbins, la gran apuesta de Salta Basket

Un largo viaje de poco más de 24 horas trajo a Makal Stibbins desde su Filadelfia natal, en Estados Unidos, a Salta, su nuevo hogar en los próximos meses. Es el refuerzo clave de Salta Basket de cara al Torneo Nacional de Ascenso (TNA), el hombre al que los dirigentes apostaron sus fichas fuertes.

El pívot dialogó con LA GACETA y comentó sus sensaciones. “Me encanta Salta. Me gusta la arquitectura de la ciudad, los edificios. Además, los restaurantes son muy buenos, me gusta mucho la comida de acá. La gente es excelente, muy amistosa. En definitiva, todo sobre Salta me parece muy bueno. No esperaba encontrarme tan a gusto” comienza diciendo Stibbins, con una mirada desafiante que nada tiene que ver con la amabilidad de su respuesta.

Es la primera vez que viene a la Argentina. Sin embargo, cuenta: "hasta ahora no tuve problemas con el cambio cultural. Hace tres años estuve jugando en Centroamérica, en Costa Rica y el año pasado estuve jugando en Inglaterra, así que estuve en tantos lugares con culturas diferentes que sé cómo adaptarme”.

Pero Stibbins no vino a Salta a pasear. Vino a ser una pieza clave en la estructura basquetbolística de Ricardo De Cecco (entrenador del equipo), a ser el guardián del aro propio y verdugo del ajeno en una liga en la que, según él, “juegan muy duro, aman este deporte. Nunca se toman un respiro, siempre lo hacen intensamente”. A propósito de eso, es consciente de la imponencia de su imagen y no abusa de la modestia al describir su juego: “Soy muy atlético, bloqueo tiros, reboteo, soy bueno en las volcadas, soy buen tirador de dos y tres puntos, soy buen defensor, básicamente puedo hacer todo”. Así concluyó la charla con LA GACETA, de quien el cuerpo técnico, sus compañeros, dirigentes y la afición espera que sea uno de los baluartes para el gran desafío de participar en la segunda categoría del basquetbol argentino.