Bernacki: “duele ver el interior de Salta tan dinamitado”

Monseñor analizó el año que concluye, al que definió como “denso” y cuestionó la falta de políticas provinciales y nacionales para preservar a los jóvenes y familias.

25 Nov 2015
2

ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO

El calendario indica que el 2015 entró en la recta final y resta solo un mes para finalizarlo. Monseñor Dante Bernacki dialogó con LA GACETA e hizo un balance de un año al que definió como “denso”, por la notable carga política que “consumió a los argentinos” entre campañas y debates carentes de propuestas, pero sí de agresiones.
 
Apuntando al compromiso que deben asumir las nuevas autoridades a partir del 10 de diciembre, y en el caso de Juan Manuel Urtubey que iniciará su tercer mandato como gobernador de la provincia, según el religioso “es hora de buscar políticas en serio para terminar con tanto dolor”, dijo. 

Mauricio Macri fue electo presidente ¿qué panorama avizora para los próximos años teniendo en cuenta el fin del kirchnerismo?

-Creo que el problema de la Argentina, en realidad, no son los modelos. Si está este o se va el otro o la economía. El problema son las familias debilitadas. Los políticos hablan mucho de economías y muy poco de la familia. En la lucha contra el narcotráfico, si no fortalecemos las familias estamos ante una lucha en vano. Tenemos que optar por una cultura del trabajo que dignifique el hombre frente a la estructura del subsidio, de “ganar sin una prestación”, porque terminan siendo esclavos del clientelismo político. 

Debemos apostar por una educación más seria. Pienso en los chicos que terminan el secundario e ingresan a la universidad. Fracasan sistemáticamente. ¿Por qué? Porque hay un abismo entre lo que recibe y lo que pasa. La sociedad está acostumbrada a lo fácil. En las carreras multitudinarias entran 1000 chicos por años y después de otros tantos se reciben 10. Estamos hablando de casi 1000 fracasos, pero porque no hay un línea concreta que seguir. 

En ese escenario que usted define ¿a qué futuro pueden aspirar los jóvenes?

-Los políticos siempre dicen que los chicos son la esperanza, el futuro, pero se los desatiende todo el tiempo… Este fue un año denso con cinco elecciones. Cinco veces los salteños tuvimos que ir a las urnas a votar, pero ellos (políticos) tienen que entender que deben gobernar para un país, pero el pueblo, los jóvenes y niños. Deben recordar que no son gobierno para conseguir un voto…

El 10 de diciembre, Juan Manuel Urtubey comenzará su tercer mandato en la provincia. ¿Qué lectura hace de lo hecho en estos ocho años y cuáles deberían ser las prioridades?

-Si hay algo que duele es ir por el interior y verlo dinamitado en la salud y en la educación. Tanto que hablan de hacer realidad la esperanza, vos recorres las escuelas y se caen a pedazos. Un claro ejemplo es lo que pasó en El Galpón.

¿Cree que las consecuencias del derrumbe podrían haber sido menores?

-Claro. Si hablamos de una educación eficiente tenemos entonces que pensar en invertir para garantizar una infraestructura eficiente. Las escuelas del pueblo se cayeron a pedazos. Eran añejas.

La capital va creciendo a pasos agigantados y no sé si hay en la provincia una capacidad para albergar a tantas personas. Hay muchos temas que están pendientes. Creo que los que hacen política deben aprender a escuchar los problemas de los demás y no solo atender los de un sector. La falta de trabajo en Salta preocupa mucho. 

El narcotráfico es otro problema. Caminas por la calle y te duele ver a los chicos tomados, drogados, alcoholizados. Hay que tomar políticas en serio para que las ideas no sean solo ideas.

Comentarios