Pidieron 20 años de prisión para Marcos Levín
Así lo hizo la querella que representa al ex chofer Víctor Cobos, quien acusa al ex empresario de instigar torturas y privación ilegítima de la libertad.
Los
abogados de la querella del juicio contra el ex empresario Marcos Levín pidieron
20 años de prisión para el ex dueño de La Veloz del Norte, por considerarlo autor
responsable de instigar torturas y la privación ilegítima de la libertad de su
ex empleado Víctor Manuel Cobos.
Fueron más
de cinco horas de audiencia, la de ayer, en la que los letrados dieron lectura
de los alegatos en los que concluyeron que Levín fue partícipe necesario de “una
empresa criminal conjunta” cuyo objetivo fue perseguir a los trabajadores,
detenerlos sin causa por las fuerzas de la seguridad y someterlos a tormentos.
Para esto
contó con la participación de los ex policías Víctor Hugo Almirón, Víctor Bocos
y Enrique Cardozo, según la querella.
Para Almirón
y Bocos, también se solicitó la pena de 20 años de prisión por considerarlos coautores
de estos delitos de lesa humanidad. El primero por ser titular de la comisaría
4ta durante los años de la dictadura, responsable consciente de los tormentos
que allí se propiciaba en perjuicio de Cobos. Y el segundo por su condición de
subjefe de dicha dependencia y su vínculo con Levín y su empresa transportista.
En tanto que para Cardozo se pidió 18 años de prisión, por contribuir en la comisión de los delitos, desde su fusión como oficial de esta comisaría.
Susana
Aramayo, integrante de la querella, fue la primera abogada en dar sus alegatos.
En su exposición se refirió a Cobos como un trabajador comprometido con la
militancia, elegido por sus compañeros como delegado gremial de la UTA entre
los años 1974 y 1978. Recordó que su hermano Martín Cobos fue asesinado a los
18 años por las fuerzas de seguridad y Enrique (otro de sus hermanos) debió
exiliarse ante la persecución sufrida durante de la última dictadura.
Seguidamente,
el abogado David Leiva detalló el contexto histórico en el que se ubica la
detención de la víctima. Dijo que los hechos ocurrieron en un régimen estatal
que llevaba a cabo “un plan de aniquilamiento” en contra de lo “subversivo”, de
“un enemigo interno” (sindicalistas, estudiantes universitarios, trabajadores).
Según el letrado, en el legajo de Almirón se lo reconoció como oficial
inspector por haber aprobado con excelentes notas el curso de represión del
movimiento subversivo y fue participe
del departamento de inteligencia que tenía a su cargo el seguimiento y espionaje
de las organizaciones revolucionarias y gremiales.
También dijo
que durante el juicio se acreditó que Bocos trabajó como inspector para La
Veloz del Norte en los ‘70 siendo además segundo jefe de la comisaría 4ta. “Levín
se valió de este cargo que era el que maquinaba los sumarios”, alegó Leiva.
A su turno, la abogada Grisel Kolbl recordó el relato de varios testigos y de la propia
víctima, quien fue detenida el 15 de agosto de 1974. Cobos había contado que Bocos
fue quien lo detuvo en su propio lugar de trabajo y ordenaba los tormentos en
la comisaría, siendo Cardozo el que aplicaba la picana en distintos lugares de
su cuerpo. Además relató que la víctima, mientras era torturada con capucha, reconoció,
en una oportunidad, la presencia de Levín en la comisaría por el aroma característico
de su perfume y que en otras ocasiones
vio que el ex empresario se entrevistaba de noche con Bocos en dicha
dependencia policial.
Finalmente, el abogado Oscar Rodríguez alegó que los hechos
imputados entran en la calificación de “delitos de lesa humanidad” en virtud
del contexto de poder, tiranía e impunidad que garantizaba el Estado al ex empresario,
dejando a la víctima en situación de desamparo cuando Cobos fue detenido y acusado
de estafas en una causa “armada” sin órdenes judiciales, si actas y sin
defensor público.
El letrado consideró que Levín merece el máximo de las penas
al integrar una “empresa criminal conjunta”, en la que era responsable de un
plan común junto a Bocos, Almirón y Cardozo. Lo definió como autor de los
delitos por su influencia en los funcionarios salteños y sus aportes económicos
(para los policías), materiales (como los vehículos de la empresa) y la documentación
que señalaba a los trabajadores a detener y atormentar.
Por todo esto, la querella pidió al Tribunal Oral Federal en
lo Criminal de Salta, integrado por integrado por Federico Díaz, Carlos
Jiménez Montilla y Gabriel Casas, la pena de 20 años de prisión para
el ex dueño de La Veloz del Norte.
Los alegatos de las partes continuarán el próximo lunes 29,
a partir de las 15, y el 14 de marzo se dictaría la sentencia.