Artistas salteños llevan sus obras a una de las ferias más importantes de Latinoamérica

Ana Benedetti, Soledad Dahbar y Javier Soria Vázquez presentarán su proyecto en arteBA, que se realizará en mayo en la Rural de Palermo.

27 Feb 2016
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Foto tomada del sitio web de arteBa

El especio La Arte integrado por obras de Ana Benedetti, Soledad Dahbar y Javier Soria Vázquez llevará su propuesta al espacios Arte Joven Chandon de arteBa, una de las feria de arte contemporáneo más importantes de la región, enfocada principalmente en la producción artística de Argentina y Latinoamérica. El encuentro entre expositores, curadores, galeristas y público en general será entre el 19 y 22 de mayo en el predio de la Rural de Palermo. 

En todas sus ediciones, la mirada de arteBa se enfoca en el público joven que busca aprender sobre arte y hacer su primera adquisición. En este contexto, La Arte fue seleccionada de entre innumerables propuestas nacionales e internacionales por el equipo curatorial de Barrio Joven Chandon y participará de la feria juntos a diversos espacios de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Chile y República Dominicana.

La propuesta curatorial de La Arte para esta edición de arteBA integra y pone en diálogo la obra de Ana Benedetti, Javier Soria Vázquez y Soledad Dahbar. Estará́ compuesta de pinturas, dibujos, objetos y fotografías montados en diferentes formatos y soportes. “En el espacio expositivo, las obras dialogan formando un sistema o recorrido, como si se tratara de una instalación, y a la vez se plantean como obras únicas, vinculadas entre sí por una relación poético conceptual. Dentro del stand trazaremos un cuadrado rebatido que atravesará paredes y piso, desarticulando las paralelas convergentes del cubo clásico. Con este elemento mínimo y absoluto queremos generar un pliegue en la lógica del espacio, una alteración momentánea y casi imperceptible dentro de un espacio que presuponemos homogéneo y unitario. Este dibujo también vincula nuestras obras desde el sentido, ya que aparece con refinada insistencia en la obra de Soria Vázquez, se vuelve tridimensional en la obra de Dahbar y se desdibuja en la obra de Benedetti, haciéndonos creer que es posible tal convivencia”, sintetizan los artistas sobre el concepto de su propuesta.

Los artistas hablan de sus obras

Ana Benedetti: “en mis trabajos me propongo reflexionar sobre dos cuestiones: la pintura como lenguaje, y el paisaje como género, a través de pinturas, objetos e instalaciones donde busco ampliar los límites de cada uno, implicando el espacio y el espectador. A la vez trato de producir una reflexión poética sobre el lugar - o los lugares - que habitamos y nos habitan a través de su presencia, de su acontecer. El paisaje / imagen emerge del encuentro de la mirada y el territorio (el cuerpo y el cosmos); ya no es puesta en escena, es tanto representación de lo vivido como lo imaginado; es memoria, es virtualidad, es construcción”.

Soledad Dahbar: “mi obra está atravesada por la idea de paisaje como sublimación. Ante la imposibilidad de abarcarlo, ejercito algún tipo de relación, de acercamiento, que da como resultado una construcción de lo natural. Así mismo hay cierta geometría prismática que va reconfigurando la mirada al desplegar una serie de planos que juegan siempre entre lo bidimensional y lo tridimensional, como si el espacio quisiera o necesitara expandirse por fuera de ese recorte. Es mi forma de hablar de lo inconmensurable, de lo inabarcable, de lo inaprensible. Trabajo muchas veces con el reflejo por lo que utilizo vidrio, espejos y acero inoxidable. Muchas veces la obra es el objeto y otras es el registro fotográfico de esos objeto. También utilizo el video y en general exhibo mi trabajo como una instalación con estos elementos narrando un proceso o una idea”.

Javier Soria Vázquez: “me interesa trabajar sin restricciones, manifestando en ello un pensamiento crítico sobre el sistema del arte, sus preceptos, preconceptos, estructuras, etiquetas, señalamientos, etc. Estas obras corresponden, por un lado, a una serie en la que prepondera la materia como elemento mínimo, en un intento por desarmar (hasta un posible límite) las estructuras de lo que se concibe como pintura o escultura. La evocación al paisaje desde una mirada factible, como intento de cálculo entre finitud e infinitud, se convierte en posibilidad desde la cual se genera una forma”.

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