¿Sabés cómo cuidarte de un ACV?

Los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa de muerte en Argentina, pero pocos saben cómo prevenirlos y atenderse a tiempo.

23 Sep 2014

Cada cuatro minutos se produce un accidente cerebrovascular (ACV) en Argentina y la enfermedad es hoy la segunda causa de muerte en el país. Según la Fundación Lucens de Lucha Contra las Enfermedades Neurológicas en Salta, solamente uno de cada cuatro pacientes llega a tiempo a un hospital por no conocer los síntomas con precisión y no recibir la atención adecuada.

Es decir: las consecuencias de un ACV pueden no ser tan graves como la muerte o la discapacidad, pero quien lo sufre necesia ser atendido correctamente. El mayor problema, según explica Emilio Benítez, presidente de la fundación, es que son muy pocas las personas que llegan a ser atendidas a tiempo. "Muchas veces se confunden los síntomas con otra cosa y cuando el paciente llega al médico ya es demasiado tarde", dice.

El umbral de tiempo llega a las cuatro horas. Si la persona que sufrió un ACV no es atendida en ese lapso, las consecuencias pueden ser irreversibles o, incluso, mortales. Benítez, neurocirujano especializado en el tema, saca entonces su celular, muestra la foto de un ACV atendido a tiempo, la figura de la pared colapsada de una arteria cerebral con un globo de sangre inflamado por fuera de su curso normal. El derrame incipiente podría haber sido una tragedia en la historia de su paciente, pero una detección temprana la hemorragia -una de las causas de los ACV, la otra es el isquema o infarto por oclusión- pudo salvar la vida de la mujer. En pocas horas, la recuperación es completa y un seguimiento continuo del caso permite evitar futuros accidentes.

Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cerebrovasculares producen el 17,4 por ciento de las muertes en Argentina, un número que podría reducirse drásticamente solo con información. "Si a cualquier persona en la calle le preguntás qué puede significar un dolor fuerte en el pecho, enseguida te contestan que es un infarto. Sin embargo, si les preguntás qué pasa cuando se te duerme un brazo o no podés hablar bien, no saben que pueden estar sufriendo un ACV", apunta el médico.

Las 5 C para detectar un ACV

CUERPO un lado débil o paralizado: cara, brazo o pierna

CONFUSIÓN, problemas para pensar, hablar o entender

CAMINATA con alteración brusca o pérdida del equilibrio

CABEZA con dolor severo, repentino o persistente

CEGUERA, pérdida repentina de la visión o imagen doble.

Factores de riesgo que no se pueden evitar

  • EDAD. El riesgo de accidente cerebrovascular aumenta con la edad.
  • SEXO. Los hombres tienen un riesgo más alto de padecer cardiopatía que las mujeres, excepto en los adultos mayores.
  • GENES. Si tus padres tuvieron un accidente cerebrovascular, estás en mayor riesgo.
  • ENFERMEDADES tales como el cáncer, la enfermedad renal crónica y algunos tipos de artritis.
  • ÁREAS DÉBILES en una pared arterial o arterias y venas anormales.
  • EMBARAZO: tanto durante la gestación como en las semanas inmediatamente posteriores al parto.
  • MALFORMACIONES. Los coágulos de sangre del corazón pueden viajar al cerebro y causar un accidente cerebrovascular. Esto puede suceder en las personas con válvulas cardíacas artificiales o infectadas. También puede suceder debido a un defecto cardíaco con el cual usted nació.


Factores que sí podés cambiar

  • Dejar de fumar
  • Controlar tu colesterol en la alimentación, el ejercicio y con medicamentos si es necesario.
  • Controlar la hipertensión arterial.
  • Controlar la diabetes.
  • Hacer al menos 30 minutos de ejercicio al día.
  • Mantener un peso saludable. Consumir alimentos saludables, comer menos y vincularse a un programa de pérdida de peso para adelgazar.
  • Limitar la cantidad de alcohol que consumís.  
  • Evitar drogas ilegales Las píldoras anticonceptivas pueden elevar su riesgo de coágulos de sangre. Los coágulos son más probables en mujeres que también fuman y que tienen más de 35 años.

Mejorar la alimentación

  • Consumí frutas, verduras y granos integrales.
  • Elegí proteínas magras. pollo, pescado, frijoles y legumbres.
  • Lácteos bajos en grasa, tales como leche al 1% y otros artículos con bajo contenido de grasa.
  • Evitar el sodio (la sal) y las grasas que se encuentran en los alimentos fritos, los alimentos procesados y los productos horneados.
  • Comé menos productos animales y alimentos con queso, crema o huevos.
  • Leé las etiquetas de los alimentos. Evitá la "grasa saturada" y cualquier cosa con grasas "hidrogenadas" o "parcialmente hidrogenadas". Éstas son grasas malas para la salud.
  • El médico puede sugerirte que tomes ácido acetilsalicílico (aspirina) u otro anticoagulante para ayudar a prevenir la formación de coágulos de sangre, pero no lo tomes sin hablar primero con tu médico.


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