“Los cuentos más realistas se mueven en una zona de la realidad donde todo se puede enrarecer”

Alejandro Güerri habla de su libro de cuentos El Interior S.A.

21 Abr 2016
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Un escritor secreto, al menos en Salta. El libro “El interior S.A” circula de manera casi secreta por la provincia. Desembarcó en la última “Expo-libros”, cuando se presentó gran parte del catálogo de AñosLuz Editora. Desde entonces, el nombre de Alejandro Güerri se escucha entre los lectores: es un escritor que hay que leer.

Güerri, nacido en Buenos Aires en 1976, publicó antes de este libro de cuentos, tres de poesía. También posee publicaciones relacionadas a la música popular y al arte callejero. Esta es la conversación que tuvo con LA GACETA

Antes de publicar este libro de cuentos, escribiste tres de poesía. ¿Cómo fue ese salto entre estos dos géneros?

En realidad, siempre escribí las dos cosas y en simultáneo. Creo que la poesía y el cuento tienen mucho en común. Lo que pasó fue que publiqué primero los libros de poemas, en parte porque se me impusieron y en parte porque los cuentos no estaban maduros. O faltaba encontrarles el tono, o faltaba entender qué venían a decir, y en algunos casos hasta faltaba el cuento, porque cuando empecé a armar el libro también aparecieron nuevas historias. Quizás más que un salto entre géneros fue dar un paso al costado y cambiar de baldosa.

¿Cómo elegís en qué formato contar algo? Quiero decir, vi que tenés un poema llamado Open Door, de alguna manera relacionado con el cuento homónimo que abre el libro. ¿Esto pasa seguido? ¿Tenés una necesidad de volver a abordar una obsesión desde otro lugar?

El formato viene con el tema, pero en general los poemas surgen a partir de una frase y los cuentos a partir de una historia o de una escena. Entonces, según la extensión de que lo haya para decir, elijo uno, pero tampoco es tan consciente. Además, en una época me fascinaban las poesías narrativas de Giannuzzi, Kavafis, Sylvester, Auden y Pessoa; y eso debe haberme llevado a encarar los poemas como pequeños cuentos.

-Qué bueno que lo notaste porque lo de "Open Door" fue 100% intencional". Es el primer poema de mi primer libro de poesía, Podemos llamarlo un día, y elegí titular así el cuento que abre este primer libro de relatos. Supongo que debe haber algo fundacional en contar dos veces una historia relacionada a la locura, pero también me divierte la metáfora del libro como una puerta que se abre, que a su vez remite a un pueblo concreto que existe cerca de Luján, donde hay un manicomio. Curiosamente, en Open Door una parte de la población vive encerrada.



Gran parte de tus cuentos están protagonizados por seres “dañados”: personas que tienden a la soledad, que tienen problemas para “funcionar” con otros seres humanos. ¿Qué te atraen de estos personajes?

Me atraen las ganas de comprender, me atrae el choque que se da entre poder “funcionar” en lo social y estar “dañado” en lo interno, sobre todo cuando eso es muy sutil o admite ser puesto en duda. Me gusta que esos personajes plantean un límite donde no se sabe, y creo que sobre todo comparten el hecho de estar fugándose de algo. Y escribir es un poco estar en ninguna parte o en varias a la vez.

Algunos cuentos parecen cercanos a crónicas, por su realismo, pero en otros te acercás más al fantástico, también a lo onírico. ¿Por qué estos saltos? ¿Qué posibilidades narrativas ves en estos géneros?

No sé si hay mucha diferencia entre los géneros, más allá de ciertas convenciones particulares que los hacen reconocibles, pero que al momento de escribir ni las tomo en cuenta. Creo que hasta los cuentos más realistas de El interior S.A. se mueven en una zona de la realidad donde todo se puede enrarecer o volverse levemente extraño a partir de un hecho nimio. Me encanta el realismo simbólico donde de tan concretas las cosas se vuelven abstractas o extrañas. En cualquier caso la búsqueda pasa por contar la historia de una manera atrapante para que cuando otro la lea, le den ganas de seguir hasta el final.

5 libros que recomiendes leer.

Cuentos completos, Roberto Arlt

Pasos, Jerzy Kosinski

Un año pésimo, John Fante

Papá, Federico Jeanmaire

Poemas 1958-1995, Joaquín O. Giannuzzi

Toda poesia, Paulo Leminski

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