Un estudio alertó sobre la situación de las familias de carreros
Reveló altos índices de pobreza, hacinamiento y un alto porcentaje de intentos de suicidio.
Un poco más del 90% de los trabajadores en carro de Salta Capital no cuenta con ingresos que superen el Salario Mínimo Vital y Móvil ($6.060 a diciembre de 2015), según publicó el Centro de Estudios por el Cambio Social (CECS) a partir de un relevamiento que realizó en diciembre de 2015 y enero de 2016 en distintos barrios de la ciudad.
Representantes salteños del CECS relevaron 120 hogares de trabajadores de un total de 441 empadronados en la Agrupación Carreros Salteños y determinaron que un 75% de dichas familias están por debajo de la línea de la pobreza, y un 38% no cubre siquiera la Canasta Básica Alimentaria, la cual establece “línea de indigencia”.
Julio Ibarra, economista del mencionado centro, dialogó con LA GACETA y contó que es el primer trabajo que realizan en la ciudad -siguiendo una tradición de trabajos articulados que tiene el CECS con movimientos sociales- con la colaboración de estudiantes avanzados de la Universidad Nacional de Salta. Además detalló que aplicaron la metodología PPA, usada por los principales organismos mundiales como la ONU, OIT, CEPAL. Allí incorporaron datos sobre las condiciones de vivienda, salud y educación de las familias carreras.
“Es un primer relevamiento, va a haber otros. La idea es juntarnos con autoridades municipales y ponernos a disposición y ver cómo podemos aportar desde el estudio para una solución integral del conflicto”, señaló Ibarra y agregó que el objetivo también es superar la discusión sobre el maltrato animal ya que “es mucho más complejo el problema e ir al foco”.
Entre las particularidades que encontraron en el estudio, el economista destacó los datos sobre educación de la población analizada. Determinaron que el 76% de los adultos encuestados declaró haber abandonado sus estudios por motivos económicos y un 25% por motivos familiares. Si bien aún no tienen precisiones sobre estas respuestas, Ibarra adelantó que se puede observar que por lo general son los hombres los que conforman en su mayoría la población que abandonó sus estudios por motivos económicos y las mujeres las que explican su deserción por motivos familiares.
Aun así, Ibarra aclaró que “en realidad forma parte de lo mismo, en la encuesta figura muchas veces que las personas tuvieron familias y por eso tuvieron que salir a buscar trabajo o cuidar a los hijos”.
Otro aspecto delicado que apareció fue el elevado porcentaje de intentos de suicidio en la población estudiada, con tasas que van del 10% al 12%, según indicó Ibarra y agregó que “es un dato muy revelador, porque si uno contextualiza pobreza y educación podría llegar a pensar que el suicidio pareciera ser un efecto de estos componentes”.
Salir a trabajar todos los días en carro es asumido por la población estudiada como un oficio familiar, determinó el informe. “Se encontraron cerca de un 30% de hogares en los que hay dos o más personas que son carreros”, indicó Ibarra y agregó que casi un 50% tiene entre 15 y 25 años de antigüedad en el trabajo. “Lo viven hasta como una cuestión de tradición familiar, aunque desde 2001 estos números fueron aumentando”, apuntó el economista.
Datos vinculados con las condiciones de vivienda revelaron que cerca de la mitad de la familias (43,65%) sufre de hacinamiento, es decir, habitan 4 o más miembros por habitación. Además se observaron condiciones precarias en la mayoría de las viviendas, tales como techos de chapa, pisos de tierra y paredes de bloque sin revocar, y según Ibarra, si a este estudio se hubiesen aplicado técnicas para medir pobreza multidimensional, las cifras serían aún más “escandalosas”.
“Somos los inútiles necesarios de cada elección”
Freddy Flores, representante de la Agrupación Carreros Salteños, dialogó con LA GACETA sobre cuáles fueron los motivos que impulsaron al censo: “queremos buscar soluciones de fondo de las familias de carreras porque los funcionarios del ejecutivo provincial y municipal están acostumbrados a solucionarlo todo con bolsones, para ellos somos los inútiles necesarios de cada elección”, disparó el dirigente.
Sobre el contexto en el que se realizó el censo, Flores mostró preocupación por la situación económica: “hoy en 2016 la crisis se acentúa, no hay plata; hasta hace poco teníamos deserción escolar cero, pero ahora los jóvenes comienzan a dejar los estudios para poder trabajar en carros y de esa manera aumentar los ingresos familiares”, añadió con preocupación.
Flores también dio más detalles sobre cómo se conforman las familias carreras y destacó que existen muchas madres que conducen carros junto con sus niños. “Ya desde los cinco o seis años toman conocimiento del manejo, la universidad de la calle les da ese conocimiento, pero también los marca hasta qué punto son marginados y discriminados de la sociedad y ante el gobierno”, analizó el representante.
“Queremos que el gobierno deje de ser ciego y sordo, que mire la realidad de lo que está sucediendo en su provincia y que tomen cartas en el asunto”, concluyó Flores.