Se viene la revolución eléctrica

En poco tiempo más, Salta será la primera provincia del país en implementar un plan de energías renovables, que permitirá a los usuarios no solo abastecerse de su propia energía sino además convertirse en proveedores de la red eléctrica. 

Se trata de la aplicación de la flamante Ley 7824, promulgada a fines de julio, y que permite el denominado balance neto, un sistema que se aplica en muchos países y habilita al consumidor a producir electricidad con fuentes renovables (viento, sol, biomasa, agua) de su propiedad y aportar los kilowatts excedentes al sistema eléctrico público. 

La ley de balance neto, o net metering, funciona mediante el cálculo o balance entre lo producido y lo consumido, y a fin de mes se cobra o se paga aquello que se consume o se genera, y la compañía de electricidad -en este caso Edesa- estará obligada a comprar esos excedentes y a descontarlo de las cuentas de los usuarios o generar crédito de consumo a cuenta para cuando lo necesite, sin que haya intercambio de dinero mediante.

"Al igual que todo el país, en Salta somos altamente dependientes de los combustibles fósiles", explica Jorge Giubergia, desde la secretaría de energía de la provincia. "La idea es que vayamos mejorando algo de nuestra forma de consumir y generar electricidad", agrega y apunta que el cambio necesitará también de un esfuerzo importante en lo técnico, en recursos humanos y de capacidades que se están instalando de a poco.

La idea es que el gobierno colabore con la financiación de los nuevos equipos a través de créditos fiscales y los usuarios que se adhieran a este plan deberán firmar un contrato con la compañía distribuidora mediante el cual se establecen las condiciones de conexión. "Somos muy optimistas y hay muchos usuarios particulares e industriales que se mostraron interesados en invertir", adelanta, sin dar mayores detalles ya que el anuncio oficial está a la espera de la reglamentación de la ley.

Cambio urgente

La necesidad de pensar el futuro es parte del desafío que viene. Eduardo Bobillo, economista y ex gerente de planeamiento comercial de MetroGAS S.A., vislumbra un futuro complicado en materia energética para la Argentina, en caso de que no se proyecte con urgencia un plan de abastecimiento.

"Gran parte del problema económico que tiene el país hoy tiene que ver con que estamos importando energía. Durante un largo período tuvimos gran disponibilidad de gas que permitió sustituir al petróleo, exportar y otras cosas. Pero ese yacimiento, Loma la Lata, y nuestras reservas de gas se han ido reduciendo. Tenemos otros, como Vaca Muerta, pero requieren grandes inversiones, una técnica distinta y tiempo que nos complica en varios frentes", dice.

Desde la visión técnica, Hugo Carranza, ingeniero electricista de la UTN, especializado en el Instituto del Petróleo de la UBA y gerente técnico en TOTAL Gas y Electricidad Argentina, la ecuación es simple: Argentina es el octavo país con mayor superficie territorial en el mundo, con una jurisdicción marítima que es tres veces más grande que la superficie continental y la crisis energética pone en jaque a las futuras generaciones. "Esto es así por descuido, por no prestar atención. ¿Cómo recuperamos producción en un país que es uno de los países con más recursos? Lo que neesitamos es pensar en el futuro. El 90 por ciento de la energía que consume la Argentina proviene del petróleo y el gas. Si no pensamos en cómo abastecerla y reponer esa merma de la capacidad, vamos a tener problemas muy graves", advierte.

La peor huella

Una gran parte del problema energético proviene de las decisiones tomadas hace 50 años, cuando se planificó una red para abastecer a la mitad de la población que habita hoy el país. Otra enorme porción del problema tiene que ver sin embargo con los hábitos de consumo de los individos contemporáneos. "La Argentina y el mundo adoran consmir fósiles: petróleo, carbón y gas. Es una conducta hipócrita, porque todos deploran la contaminación, pero nadie deja el auto ni para dar vuelta a la cuadra", apunta Carranza. "Hasta los grupos más fundamentalistas en lo ambiental no dejan Internet ni aunque les pegue, y eso es consumo de energía, tanto como el cuidado del agua".

De continuar la tendencia, no hay recurso que aguante y la noche energética se vendrá antes de lo esperado. "Lo que hay que hacer es pensar, constituir un consenso y minimizar los conflictos. Es requiere mucho esfuezo intelectivo, como e que está haciendo Estados Unidos, con una agencia que tiene 10.000 agentes imaginando y planeando el futuro", agrega el ingeniero. El ejercicio es parte del trabajo que proponen en el "aller de prospectiva energética 2014-2035", que están dictando hasta hoy en la Facultad de Ingeniería de la UNSa. "Con un ejercicio simple se puede generar conciencia. Lo que sale de estos ejercicios es que no hay una única solución posible. Creo que vamos a pasar situaciones muy difíciles y cambios que modificarán conductas", agrega Bobillo y señala el retiro de los subsidios al consumo de energía. "Este tipo de correcciones se hacen porque se ve que es insostenibe subsidiar la energía, porque los consumidores no tomamos conciencia de que esa energía es cara", agrega. "Si no pagamos los que consumimos, van a pagar los que no consumen, que son los pobres, y eso no tiene sentido".