La comida sana y salteña, premiada para seguir creciendo

En Leguizamón y Alvear de nuestra ciudad, la cocina sigue recetas cuyo valor es educar a través de los sabores y  la combinación de ingredientes.

Allí funciona “Comé Sano”, una joven empresa del mercado local, que hace siete años nació para acompañar al salteño en la dieta alimenticia que necesite. De esta manera, busca enseñar a comer.

Así lo contó a LA GACETA, Mercedes San Millán, la titular de la empresa, que acaba de ser premiada por el programa Naves, del Banco Macro, por su proyecto “Andariego” que busca ofrecer bandejas con productos elaborados con ingredientes regionales para el turista.

“El andariego se trata de un sándwich de cordero que tiene el pan de quinoa o de maíz morado que es muy rico, en vez de la mayonesa tiene pasticho con habas o tomate disecado, el chip que presentamos es de papines andinos en lugar de la papa frita común”, explicó Mercedes, quien junto a otras 16 personas llevan adelante el emprendimiento gastronómico.

“La marca Comé Sano nació en un principio con venta de ensalada; hacíamos unas 20 y la mitad eran para amigos”, recordó los inicios de esta casa que hoy prepara casi mil bandejas de comida a diario.

Gracias a un primer crédito para emprendedores, Mercedes consiguió comprar el primer anafe para preparar comidas cocidas. Al tiempo, comenzó la propuesta de la dietoterapia que consiste en el seguimiento de una dieta según la necesidad de cada paciente y el envío de la vianda diaria al domicilio de quien lo requiera. Se incorporó al equipo una nutricionista, Carolina Leone, quien controla la calidad de los platos y sus valores nutricionales y atiende a los pacientes en el consultorio también ubicado en Leguizamón y Alvear.

“Las dietas son nuestra vocación y nuestro fuerte, nos alimenta el alma; por eso fuimos incorporando a colegios que siguen de la mano a este proyecto. Nuestro objetivo es reducir los valores disparados a mediano plazo y enseñarles a comer dentro de lo que a cada uno le toca sobrellevar, ya sea si tiene una enfermedad crónica,  tiene que comer sin sal, al que le diagnosticaron una diabetes o tiene que comer en el laburo y necesita cuidarse”, detalló Mercedes, quien aclaró que el propósito es acompañar al consumidor con la dieta durante un periodo para que luego pueda continuar solo. “Nosotros no damos fórmulas enfrascadas, ni recetas grises que después no lo pueden reproducir en sus casas”, añadió.

Así fue que, de aquella veintena de bandejas, llegaron a realizar casi mil diariamente de la mano del chef Guillermo Miranda. Un gran porcentaje de los platos son para tres colegios de doble escolaridad que contrataron sus servicios y otro número importante es para la venta en mostrador y el delivery.

Día a día buscan renovar el menú, considerando que el paciente debe continuar la dieta y los chicos no tienen que aburrirse de lo que comen. “Nuestro desafío es la innovación”, destacó y luego  ejemplificó: “en la comida para el niño y el adolescente competimos con las mamás que quieren mandar las viandas; eso es fuertísimo, pero a nosotros nos motiva”.

Ahora, con estos logros concretados, Comé Sano busca seguir creciendo con “andariego”, un nuevo producto de la región para el consumo de que anda de paseo. Mercedes recordó que la idea surgió en un viaje aéreo de Buenos Aires a Salta y allí,  en el avión, es donde proyecta que llegue, además de las heladeras de estaciones de servicio y locales ubicados estratégicamente para el alcance del turista.