Hay 80 muertos y 231 heridos por dos ataques suicidas en Kabul

La acción fue reivindicada por el autoproclamado Estado Islámico.

23 Jul 2016
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REUTERS

Kabul, 23 jul (dpa) - Al menos 80 personas murieron y 231 resultaron heridas en dos ataques suicidas contra los asistentes a una multitudinaria manifestación, la mayoría chiitas, en la céntrica plaza de Dehmazang en Kabul, según los nuevos datos ofrecidos por el Ministerio del Interior afgano. 
Dos atacantes detonaron sus chalecos explosivos entre la multitud, mientras un tercero fue reducido por las fuerzas de seguridad, informó el Ministerio en un comunicado. Anteriormente, el Ministerio de Salud había hablado de 61 víctimas mortales. 
La acción fue reivindicada por el autoproclamado Estado Islámico. En un comunicado de la agencia de noticias Amaq, relacionada con la milicia terrorista, se afirma que dos combatientes de la agrupación detonaron sus cinturones explosivos en una "concentración de chiitas" en un área en Kabul. 
Los atentados se produjeron durante una manifestación en una plaza central de la capital afgana donde unas 10.000 personas protestaban contra el proyecto CASA-1000 para construir una red eléctrica. Se trata de un tendido eléctrico de 1.222 kilómetros desde Kirguizistán y Tayikistán hacia Pakistán e India, que pasaría por Kabul. 
Los manifestantes, la mayoría de la etnia hazara y de profesión chiita, exigían que la línea de 500 kV sea redirigida a la provincia central de Bamiyán, poblada sobre todo por esta minoría, que se siente discriminada. Bamiyán no está conectada a la red central eléctrica del país. 
Hasta ahora el Gobierno se ha negado a ello alegando más retrasos y costes más altos del proyecto. 
La milicia terrorista sunita EI ha atentado en repetidas ocasiones contra chiitas en Siria e Irak, a los que considera desviados de la auténtica fe. Pero éste es el primer ataque del EI contra una minoría étnica en Kabul. 
"Al principio pensábamos que había explotado una mina pero cuando llegué a la zona me quedó claro que se trataba de un ataque suicida con automóvil", dijo un manifestante que estaba cerca del lugar y que publicó un video en Facebook en el que se veía la plaza llena de víctimas cubiertas de sangre. 
El presidente Ashraf Ghani se mostró conmocionado por el ataque y dijo que entre las víctimas hay efectivos de la seguridad que estaban vigilando la manifestación. 
El jefe del ejecutivo Abdullah Abdullah condenó el "ataque terrorista", del que había responsabilizado a los talibanes. Sin embargo los talibanes negaron su implicación en el atentado en un email. "Queremos dejarlo claro", dijo el portavoz Zabihullah Mujahid. "Nuestros muyahidines no han participado en el ataque". 
La embajada estadounidense en Kabul condenó los ataques contra civiles que ejercían su derecho con una manifestación pacífica. 
Representantes de la Unión Europea expresaron también sus condolencias a las familias y amigos de las víctimas, así como su solidaridad con el pueblo afgano. "Llamamos a todos los afganos a permanecer unidos para apoyar los esfuerzos en la lucha contra esta amenaza global", dijo un portavoz de la jefa de la diplomacia Federica Mogherini. 
KABUL.- Al menos 80 personas murieron y 231 resultaron heridas en dos ataques suicidas contra los asistentes a una multitudinaria manifestación, la mayoría chiitas, en la céntrica plaza de Dehmazang en Kabul, según los nuevos datos ofrecidos por el Ministerio del Interior afgano. 

Dos atacantes detonaron sus chalecos explosivos entre la multitud, mientras un tercero fue reducido por las fuerzas de seguridad, informó el Ministerio en un comunicado. Anteriormente, el Ministerio de Salud había hablado de 61 víctimas mortales. 

La acción fue reivindicada por el autoproclamado Estado Islámico. En un comunicado de la agencia de noticias Amaq, relacionada con la milicia terrorista, se afirma que dos combatientes de la agrupación detonaron sus cinturones explosivos en una "concentración de chiitas" en un área en Kabul. 

Los atentados se produjeron durante una manifestación en una plaza central de la capital afgana donde unas 10.000 personas protestaban contra el proyecto CASA-1000 para construir una red eléctrica. Se trata de un tendido eléctrico de 1.222 kilómetros desde Kirguizistán y Tayikistán hacia Pakistán e India, que pasaría por Kabul. 

Los manifestantes, la mayoría de la etnia hazara y de profesión chiita, exigían que la línea de 500 kV sea redirigida a la provincia central de Bamiyán, poblada sobre todo por esta minoría, que se siente discriminada. Bamiyán no está conectada a la red central eléctrica del país. 

Hasta ahora el Gobierno se ha negado a ello alegando más retrasos y costes más altos del proyecto. 

La milicia terrorista sunita EI ha atentado en repetidas ocasiones contra chiitas en Siria e Irak, a los que considera desviados de la auténtica fe. Pero éste es el primer ataque del EI contra una minoría étnica en Kabul. 

"Al principio pensábamos que había explotado una mina pero cuando llegué a la zona me quedó claro que se trataba de un ataque suicida con automóvil", dijo un manifestante que estaba cerca del lugar y que publicó un video en Facebook en el que se veía la plaza llena de víctimas cubiertas de sangre. 

El presidente Ashraf Ghani se mostró conmocionado por el ataque y dijo que entre las víctimas hay efectivos de la seguridad que estaban vigilando la manifestación. 

El jefe del ejecutivo Abdullah Abdullah condenó el "ataque terrorista", del que había responsabilizado a los talibanes. Sin embargo los talibanes negaron su implicación en el atentado en un email. "Queremos dejarlo claro", dijo el portavoz Zabihullah Mujahid. "Nuestros muyahidines no han participado en el ataque". 

La embajada estadounidense en Kabul condenó los ataques contra civiles que ejercían su derecho con una manifestación pacífica. 

Representantes de la Unión Europea expresaron también sus condolencias a las familias y amigos de las víctimas, así como su solidaridad con el pueblo afgano. "Llamamos a todos los afganos a permanecer unidos para apoyar los esfuerzos en la lucha contra esta amenaza global", dijo un portavoz de la jefa de la diplomacia Federica Mogherini, consignó la agencia DPA. 
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