Facundo Manes: "no hay que jubilarse intelectualmente"

En esta conversación con el neurólogo más leído del país, un panorama sobre el único órgano que nos define como seres humanos.

13 Oct 2014


Facundo Manes, neurólogo, junto a Mateo Niro, licenciado en letras, escribieron el best seller “Usar el cerebro” que ya va en su séptima edición en Argentina. El libro de no ficción más vendido en Argentina lo es también en Colombia, Chile y Uruguay. La gira que lo trajo a Manes a Salta, seguramente incluirá próximamente a España, México y Brasil, donde el libro esta pronto a editarse.

En un diálogo intenso, Manes relató en exclusiva para LA GACETA, sus inicios en la neurología.

Fue en primer año cuando se decidió a estudiar este órgano. “En el primer año de medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires, estudiando anatomía, conocí el cerebro y dije “acá me quedo”, relató. “Luego conocí una figura emblemática que era el doctor Masistti, investigador, y sumado a mi pasión por el cerebro hice toda mi carrera investigando con él”. Luego se perfeccionó en el hospital Fleni, Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia, estudió en Estados Unidos, Inglaterra y cuando retornó a Argentina fundó el INECO, el Instituto de Neurología Cognitiva y el Instituto de Neurociencias del la Fundación Favaloro.

Actualmente tiene su consultorio con pacientes particulares, dirige un laboratorio de Investigación es rector de la Universidad Favaloro, presidente del INECO y tiene dos pequeños hijos, mientras desarrolla su carrera internacional de científico. En este diálogo, algunas de las cosas más curiosas del cerebro y la historia de sus estudios:

-¿Qué dice de nuestra sociedad que un libro que se llama “Usar el cerebro” sea el más vendido?

-Al éxito del libro no lo tomo como algo personal, lo tomo como una gratificación de la sociedad en la que vivo, que esta interesada en la ciencia, en el conocimiento, en las investigaciones sobre el cerebro y también en la curiosidad que produce este órgano que nos hace humanos, es el único órgano que intenta entenderse a sí mismo. Todo lo que hacemos lo hacemos con el cerebro, como todos tenemos cerebro me parece que la gente está interesada en conocer cómo funciona.

-¿Se conoce mucho, falta conocer mucho más?

-La pregunta fundamental es si el ser humano podrá conocer su cerebro. Hemos avanzando en conocer cómo el ser humano toma decisiones, la memoria, la creatividad, el lenguaje, la percepción. Hemos aprendido a diagnosticar enfermedades complejas en forma precisa, pero todavía falta responder lo más importante que es cómo las neuronas y las conexiones cerebrales dan lugar a las experiencias personales, íntimas y privadas. Sabemos que las hacen las neuronas y son producto de sus conexiones, pero nos falta una teoría general del cerebro, ahora solo conocemos sus partes.

-¿Cuáles son los mitos del cerebro, qué es lo más común que te preguntan?

-Que usamos el 10% del cerebro, es mentira eso. Usamos todo el cerebro, es más, cuando descansamos tirados en un sillón o caminamos en la playa, el cerebro trabaja muchísimo. Cuando no hacemos nada el cerebro trabaja mucho y trabaja con una red cerebral específica que se llama “red del reposo” y en forma coordinada y dirigida como si tuviese un director de orquesta. El cerebro, en ese momento, procesa información de manera automática.

-Muchos piensan que las mejores ideas surgen cuando uno está relajado, en la ducha, caminando, ¿es así?

-Es cierto, cuando uno está relajado aparece la creatividad, pero antes hay que tener ciertos requisitos: uno tiene que pensar un problema obsesivamente, y cuando se relaja aparece la solución. Es como cuando uno hace una palabra cruzada y piensa “¿cual será?”. Ahí no va a salir la solución porque los centros atencionales y ejecutivos están activos. Cuando uno se va a tomar un mate, se relaja y aparece la solución.

-¿Por qué el ser humano debe conocer cómo funciona el cerebro?

-Porque somos cerebros con patas. El conocimiento del cerebro va a impactar en la educación, economía, filosofía, política. Todo lo hacemos con el cerebro y está bien, en parte hice el libro por esto. Los análisis del cerebro tienen que ser debatidos por la sociedad. Para mi es una obligación, la sociedad debe conocer cómo funciona, para debatirlo.

-¿Es importante alimentar el cerebro ya sea con comida y ejercicio?

-Es importante, es una de las prioridades en el cerebro en desarrollo. El cerebro cambia permanentemente con las experiencias que vivimos y cambia con el ejercicio. El cerebro es plástico, permanentemente estamos conectando nuevas conexiones de redes y generando nuevas conexiones. Son importantes la alimentación, el ejercicio, la estimulación intelectual, la vida social en la primera infancia y en el desarrollo.

-¿También en las personas mayores?

-También, hay estudios que muestran que aunque la persona haya sido activa intelectualmente toda la vida, si deja de serlo hay una declinación cognitiva. Por eso hay que jubilarse de lo que uno no le gusta, pero nunca jubilarse intelectualmente.

-¿Cómo educar sobre el buen uso del cerebro?

-Hay ciertos parámetros, los chicos aprenden como los adultos cuando algo los motiva, los inspira. Pero un chico tiene que estar bien alimentado, recibir estímulo afectivo, intelectual. Hay que cuidar el efecto de la tecnología. Hoy los chicos tienden a estar muy conectados, la tecnología es bárbara, pero no pueden estar todo el tiempo conectados, tienen que recuperar el ocio, la capacidad de introspección, la imaginación, hay que volver a que los chicos estén en contacto con otros, que se vean a los ojos.

-¿Ahí entra la “inteligencia social” que menciona en el libro?

-La inteligencia social es la capacidad de tener empatía, ponerse en el lugar del otro, comunicarse con el otro. La gente aislada se deprime más, tiene más enfermedades, hasta se muere antes. Hay una red específica que se encarga de lo social.

-Jean Piaget, psicólogo y biólogo, decía que la inteligencia era asimilar el entorno y adaptarse al medio.

-Exactamente. Hoy no reducimos la inteligencia al coeficiente intelectual. El cerebro humano es producto de miles y miles de años. El arte, para darte una idea, apareció hace 40.000 años, o sea que la mayor parte de la historia del ser humano no tuvo arte. La lecto escritura apareció hace 5.000 o 6.000 años. Uno de los pasos evolutivos importantes fue pasar a ser bípedos, tener gestualidad, después vino la memoria episódica, la capacidad de contar dónde y cuándo. Otro paso evolutivo importante que se dio en miles de años fue el cerebro social. Muchos dicen que la complejidad social de la especie, explicaría la complejidad del cerebro. En la historia hubo presiones evolutivas que lo hicieron modificarse al cerebro. En muchos años no creo que se vaya a cambiar mucho, todo esto pasó en miles de años. Al cerebro no lo cambiaron ni la imprenta, ni la biblioteca y tampoco lo va a cambiar Facebook.

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