Hernán Ulm: “hay que tratar de desestructurar esa unidad política que es el cuerpo”

Hoy comienza el ciclo de conferencias “Arte, Cultura y Política” en el MAC. El docente e investigador contó cuáles serán los intereses de las jornadas.

26 Ago 2016
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FOTO DE Cristian Espinoza

Las prácticas artísticas, lo corporal y las búsquedas por desestructurar las formas de estar y sentir el mundo serán algunos de los ejes que a partir de hoy se indagarán en el ciclo de conferencias “Arte, Cuerpo y Política”, en el Museo de Arte Contemporáneo y que se replicarán todos los últimos viernes de cada mes.


Organizadas por el Área de Divulgación y Experimentación en Cultura y Arte, junto con la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNSa, las charlas indagarán cómo el cuerpo puede ser pensado como un lugar en donde se articulan las prácticas artísticas y políticas desde el pensamiento contemporáneo.

Hernán Ulm, docente universitario y coordinador de las jornadas, dialogó con LA GACETA sobre algunos de los temas que se abordarán en los encuentros que comenzarán esta tarde a partir de las 18.30 y que hoy tendrá como principal invitada a Jennifer Bonn, una investigadora y artista francesa que estudia los fenómenos de la voz y la montaña en las coplas regionales.

¿Cuáles serán los temas que se trabajarán a lo largo del ciclo de conferencias?

A lo largo del siglo XX el cuerpo fue tomado como una clave, tanto para los que hacen prácticas artísticas –del lado de la performance, por ejemplo o las artes escénicas- pero también vamos a ver del lado de las prácticas musicales y plásticas fue tomado como eje articulador de esas experimentaciones. Y del lado de la política el cuerpo es tomado, desde el siglo XIX, como un punto de interés para configurar ciertas prácticas de dominación o formas de disciplinamiento como diría Foucault. Intentamos establecer esas posibles conexiones que todo el pensamiento contemporáneo hace a partir de esas dos dimensiones que aparecen a veces tan separadas.

Para las conferencias, además de los que pertenecemos al proyecto de investigación del Ciunsa, van a estar, Jennifer Bonn, una investigadora y artista francesa que está estudiando los fenómenos de la voz vinculados a la experiencia de la montaña. Con ella voy a hablar yo, que voy a hacer una presentación general del ciclo. La segunda conferencia va a estar a cargo de Laura Navallo, que es becaria posdoctoral del CONICET y el doctor Cristian Kessel. Ellos van a trabajar específicamente sobre arte y performance. Y luego van a venir el licenciado Santiago Godoy, del CONICET y estamos tratando de confirmar la presencia de un musicólogo argentino importante que es Carmelo Saitta, para hablar de música.

Cuando uno habla de cuerpo y arte quizás sea más conocida el vínculo desde lo académico. ¿Pero qué pasa cuando se relaciona el cuerpo y la política? ¿Cuáles son las líneas de trabajo que se están produciendo en Salta o en Argentina?

No sólo en Salta o Argentina, sino en el pensamiento contemporáneo se viene desarrollando el vínculo entre cuerpo y política, porque los pensadores se dan cuenta que la política tiene que ver con el cómo vivimos juntos. El problema es cómo llevar una vida en común y que ese espacio sea antes un espacio abierto por la sensibilidad.

No hay una vida en común o un estar juntos, sin que primero se determinen las condiciones en las que el cuerpo, como ser sensible, abran un espacio en común. Entonces el interés ahora está centrado en pensar cómo las configuraciones sensibles del cuerpo son la condición para que haya algo así como un estar en común, o un convivir.

Estas líneas de pensamiento vienen del lado de la filosofía francesa, que es la que yo más conozco, del lado de Jacques Rancière y ya tendríamos otras formas de pensar en la filosofía de Félix Guattari y Gilles Deleuze, dos pensadores franceses del finales del siglo XX.

En Argentina creo que creo está empezando a pensarse la relación sobre todo a partir del reconocimiento de esas sensibilidades diferentes las cuales nos confrontan formas no occidentales de la experiencia sensible. Pero creo que eso un fenómeno general del pensamiento “latinoamericano”, es decir, ya no pensar en lugares esencialistas, sino desde esas configuraciones de lo sensible no occidental.

Creo que quienes mejor hacen eso por ahí no sean los pensadores o los filósofos, sino en el caso de Salta, los artistas han puesto mucho el enfoque en eso esto. Por ejemplo, con el problema de la entonación, o el sonido, o de los ruidos que acompañan a las películas de Lucrecia Martel, están muy atentos a ese modo de configurar lo sensible que viene por ahí de la voz.

En esos casos también aparecen categorías más tradicionales del pensamiento como la de clase social…

Claro, uno puede decir que las clases sociales tiene un modo sensible de estar en el mundo, que no es exactamente el mismo en todos. Ahí también se ve que una forma de la confrontación política es antes que nada un modo de abrir el mundo, cómo se está en el mundo desde un punto de vista sensible.

Ahí el cuerpo juega un rol central: las restricciones desde la corporalidad no son restricciones naturales, sino restricciones politizadas o herramientas de dominio y control político. Entonces se puede ver ahí estos modos diferentes de estar o de ser y de participar en una comunidad o de pensar lo común.

Pienso en los olores o en los ruidos ahora que está la fiesta de la Virgen de Urkupiña en el barrio donde yo vivo, hay unos ruidos fabulosos, que no tienen nada que ver con la corporalidad religiosa del Milagro. Es otro cuerpo el que está ahí presente, en olores, sabores, en sonidos, en músicas.

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La articulación que proponen las conferencias posibilita pensar problemas actuales, como por ejemplo el miedo: miedo a la inseguridad, a perder el trabajo, a lo extranjero. ¿Cómo puede abordarse desde estos pensadores?

El miedo es un gran articulador político de la modernidad. Hobbes ya establecía eso en el Leviatán. El miedo nos obliga, nos coactiva, nos impele a cuidarnos, a resguardarnos a buscar seguridad, etc. Frente a eso creo que hay pensadores y prácticas artísticas que tratan de liberar el espacio político más allá de ese efecto de tristeza que causan las políticas del miedo.

Hay algo con el miedo y es que nos vuelve tristes, nos hace padecer. Además el miedo moviliza las fuerzas más fascistas de una sociedad: el miedo a perder el trabajo tiende a buscar el culpable en el extranjero como aquel que viene a ocupar el puesto que me pertenece.

Esa tristeza que genera el miedo se vuelve violencia contra el otro, contra lo distinto. Muchos autores están pensando el giro afectivo como base para una acción política y entonces se trata de mostrar como el cuerpo, como lugar de afectividad no es el depositario de un miedo sino también del depositario de una acción política vinculada a modos de establecer, valga la redundancia, modos de establecer vínculos no tristes con el otro.

Tenemos un cuerpo que está políticamente estabilizado en zonas, zonas erógenas, zonas comunes. El cuerpo está diagramado políticamente para que cada región cumpla una función. Hay que tratar de desestructurar esa unidad política que es el cuerpo, buscar otras formas de vincularnos corporalmente al precio de desestructurar esos diagramas políticos sobre las funciones corporales.

No es la misma forma de marcar afectivamente el mundo la de un cuerpo “normalizado” que el de un cuerpo no normalizado. Pueden ser los cuerpos de los niños, los de cualquier figura de la otredad.

Una diversidad de género es antes que otra cosa, un modo afectivo, diferente de marcar el mundo. Alguien que hace una práctica de género diversa no hace en principio una práctica sexual. Reducir la diversidad de género a una práctica sexual es parte de la estupidez del miedo. Lo que hace alguien que practica una diversidad sexual es marcar afectivamente de otro modo el mundo. Eso es verdaderamente lo interesante. Lo políticamente relevante es que la diversidad de género muestra una diversidad de modos de estar en el mundo.

Cronograma:

Ciclo de conferencias arte, cuerpo y política
Desde el viernes 26 de agosto y todos los últimos viernes de cada mes
Con Jennifer Bonn, Laura Navallo, Christian Kessel, Santiago Roger Godoy, Carmelo Saitta.
Organizado por Aedca, En el Mac Salta Educa Mac. Libre, abierto, gratuito.
Hoy desde las 18.30 el Museo de Arte Contemporáneo

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