Así se vive en Castañares, donde encontraron muerto al enfermero

El Barrio Castañares, en la zona norte de la ciudad, se vio sorprendido ante la noticia de la muerte de Leopoldo Núñez, un enfermero que vivía hace varios años en el lugar.

Los vecinos del grupo 648 de la popular barriada no salen de su asombro y dicen estar “sorprendidos y asustados” ya que “es la primera vez que pasa algo así en el barrio”, expresó Norma que vive hace 25 años cerca del lugar donde encontraron muerto al enfermero.

La casa donde vivía Núñez se encuentra atrás de una escuela primaria y allí hay una plazoleta con una gruta en donde se ven constantemente grupos de jóvenes tomando y drogándosese según cuentan los vecinos. Además comentan que antes la situación era peor y que últimamente, debido al accionar policial, el consumo de drogas y las numerosas peleas entre barras se ven con menos frecuencia.

Pese a esto, los habitantes del barrio aseguran que este tipo de situaciones de extrema violencia, como la muerte del enfermero, no se ven con frecuencia.

Una visita y una desagradable sorpresa

Aunque en primer momento se aseguró que quien descubrió el cuerpo sin vida de Leopoldo Núñez era un sobrino de este, los vecinos afirman que fue un hermano del fallecido quien se dio con la dramática escena la noche del viernes.

Según el testimonio de ellos, el familiar del enfermero había ido a visitarlo junto con una mujer de la que poco se sabe.

Lo que si se conoce es que fue ella quien salió gritando horrorizada al ingresar a la casa de Núñez y ver el cuerpo, que según aseguran los vecinos, estaba “desnudo, atado y con varios cortes”.

Al poco tiempo llegó la Policía y la noticia de la muerte de Núñez se fue expandiendo. Se cree que su muerte tuvo que ver con el robo de su auto, computadora y plata que tenía guardada. Por lo que se piensa que los posibles autores del crimen sabían qué cosas de valor guardaba Núñez.

Muchacho de barrio

Leopoldo Núñez vivía en Castañares hacía varios años y los vecinos cuentan que en la zona era muy conocido y muy querido, ya que durante algún tiempo atendía un ciber junto a sus padres.

Allí pasaban sus horas los chicos del barrio, por lo que conocían a Núñez quien solía administrar el emprendimiento familiar.

En ese entonces el joven estudiaba enfermería en la U.N.Sa. y trabajaba en el negocio que funcionaba en la misma casa donde encontraron su cuerpo sin vida.

La tragedia ya se había hecho presente en la vida de Nuñez con el fallecimiento de sus padres, por lo que quedó viviendo solo en la casa de la manzana 16 del grupo 648.

Siete años después de que cerrara el ciber, los vecinos aseguran que se manejaba con mucha reserva y que se lo veía poco en las calles del barrio ya que “trabajaba mucho”.

Núñez se desempeñaba como enfermero en la parte de terapia del Hospital Materno Infantil de nuestra ciudad.

Los vecinos del barrio no salen de su asombro y cuentan que el joven “era una buena persona, no tenía problemas con nadie”.