Bernacki advirtió que ningún sacerdote puede bendecir los anillos de Urtubey y Macedo

Los novios se casarán mañana en Finca las Costas y desde el Arzobispado hay preocupación.

23 Sep 2016
3

PROHIBIDO. Monseñor Dante Bernacki aseguró que ningún sacerdote puede bendecir los anillos de Urtubey y Macedo. FOTO ARCHIVO LA GACETA

El casamiento del gobernador Juan Manuel Urtubey y su novia Isabel Macedo generó ruidos en los pasillos del Arzobispado de Salta ante las versiones que indican que un sacerdote bendeciría los anillos de los novios. Desde la Iglesia advierten que se trata de un acto prohibido y el sacerdote que lo hiciera podría ser sancionado. 
Está todo listo para que mañana, desde las 12.30 el Gobernador y la actriz contraigan matrimonio en Finca Las Costas. A horas de la ceremonia, LA GACETA dialogó con Monseñor Dante Bernacki quien expresó su preocupación ante las versiones que llegaron a la misma Iglesia sobre un sacerdote cercano al futuro matrimonio que bendeciría las sortijas. 
“Muchos me preguntaron y me dijeron tengo miedo que…”, confesó el Padre haciendo mención a que la bendición se realice. 
Si bien aseguró que aún no hay una orden explícita de la Iglesia, se espera que ningún sacerdote lleve adelante el acto. 
“No lo hablé (al tema) con el Arzobispo (Monseñor Mario Antonio Cargnello), pero espero que no se cometa una cosa así porque se podría sancionar al sacerdote con un retiro o un llamado de atención explícito por su conducta”, contó. 
Bernacki fijó la posición de la Iglesia sobre la celebración del matrimonio en personas divorciadas recordando que Urtubey estuvo casado legalmente hasta fines de agosto de 2015 con Ximena Saravia Toledo, la madre de sus cuatro hijos. 
Por otra parte, citando el artículo 84 del libro “Familiaris Consortio”, escrito por el Papa Juan Pablo II sobre la misión de la familia en el mundo actual, Monseñor se refirió a la celebración del matrimonio y la celebración de actos públicos que “pudieran prestar a la confusión”. 
El artículo reza: 
“Del mismo modo el respeto debido al sacramento del matrimonio, a los mismos esposos y sus familiares, así como la comunidad de los fieles, prohíbe a todo pastor –por cualquier motivo o pretexto incluso pastoral-, efectuar ceremonias de cualquier tipo para los divorciados que vuelven a casarse. En efecto, tales ceremonias podrían dar la impresión de que se celebran nuevas nupcias sacramentales válidas y como consecuencia inducirían a error sobre la indisolubilidad del matrimonio válidamente contraído”. 

El casamiento del gobernador Juan Manuel Urtubey y su novia Isabel Macedo generó ruidos en los pasillos del Arzobispado de Salta ante las versiones que indican que un sacerdote bendeciría los anillos de los novios. Desde la Iglesia advierten que se trata de un acto prohibido y el sacerdote que lo hiciera podría ser sancionado. 

Está todo listo para que mañana, desde las 12.30 el Gobernador y la actriz contraigan matrimonio en Finca Las Costas. A horas de la ceremonia, LA GACETA dialogó con Monseñor Dante Bernacki quien expresó su preocupación ante las versiones que llegaron a la misma Iglesia sobre un sacerdote cercano al futuro matrimonio que bendeciría las sortijas. 

“Muchos me preguntaron y me dijeron tengo miedo que…”, confesó el Padre haciendo mención a que la bendición se realice. 

Aclaró que aún no hay una orden explícita de la Iglesia, se espera que ningún sacerdote lleve adelante el acto. 

“No lo hablé (al tema) con el Arzobispo (Monseñor Mario Antonio Cargnello), pero espero que no se cometa una cosa así porque se podría sancionar al sacerdote con un retiro o un llamado de atención explícito por su conducta”, contó. 

Bernacki fijó la posición de la Iglesia sobre la celebración del matrimonio en personas divorciadas recordando que Urtubey estuvo casado legalmente hasta fines de agosto de 2015 con Ximena Saravia Toledo, la madre de sus cuatro hijos. 

Si bien el matrimonio de los novios será por civil, Monseñor apoyó sus dichos y citó el artículo 84 del libro “Familiaris Consortio”, escrito por el Papa Juan Pablo II sobre la misión de la familia en el mundo actual, para referirse a la celebración del matrimonio y la celebración de actos públicos que “pudieran prestar a la confusión”.

El artículo reza: 

“Del mismo modo el respeto debido al sacramento del matrimonio, a los mismos esposos y sus familiares, así como la comunidad de los fieles, prohíbe a todo pastor –por cualquier motivo o pretexto incluso pastoral-, efectuar ceremonias de cualquier tipo para los divorciados que vuelven a casarse. En efecto, tales ceremonias podrían dar la impresión de que se celebran nuevas nupcias sacramentales válidas y como consecuencia inducirían a error sobre la indisolubilidad del matrimonio válidamente contraído”. 

Comentarios