Cuatro paisajes secretos del norte que quizás no conocías

Rincones poco conocidos que vale la pena visitar. Consejos y cómo llegar a los distintos lugares.

26 Sep 2016
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1- La Ciudacita (Tucumán)
Desde Tucumán o desde Catamarca son tres días a caballo o al menos cinco a pie para ascender a los 4.400 metros sobre el nivel del mar de los Nevados del Aconquija, en el Parque Nacional Parque de los Alisos, a 250 kilómetros de San Miguel de Tucumán. El ascenso permite ir atravesando distintos biomas y paisajes y llegar a La Ciudacita por el área ceremonial, con su Puerta del Sol, que indicaba el solsticio de verano. 
Estas extraordinarias ruinas incas construidas con piedra laja gris consisten en recintos escalonados sobre el filo de la montaña a partir de un campo de 40 por 60 metros llamado “Kalasasaya”. El sitio, parte del Camino del Inca, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La mejor época para ir es la primavera. En verano graniza y el invierno es muy frío.
2- El cono de Arita (Salta)
Tolar Grande es un pueblo minero en la Puna salteña que se hizo conocido en 1999, cuando se hallaron las momias bautizadas “Los niños del Llullaillaco”, en la cima del cercano volcán. A 80 kilómetros de Tolar Grande, el salar de Arizaro es el más grande de Argentina y el tercero en el mundo luego del de Uyuni, en Bolivia, y el de Atacama, en Chile. Este nombre aymara se traduce como “dormidero del buitre”, nombre que se debe a los cóndores que sobrevolaban el lugar buscando los cadáveres de animales que quedaban en las travesías que llevaban ganado a Chile. 
En el extremo sur de este mar de sal hay una geoforma cónica casi perfecta que se eleva unos 200 metros sobre el salar, con una cima ubicada a 3.689 msnm. Es el Cono de Arita, palabra que quiere decir “filoso” o “punzante”. El origen de esta forma es desconocido, y no faltan las teorías que la vinculan con un posible centro ceremonial inca, a los pies de los gigantes Llullaillaco y Socompa.
Para llegar hay que salir de Salta por la ruta 51 hacia San Antonio de los Cobres y, después del Viaducto La Polvorilla y Olacapato, tomar la provincial 27. Es recomendable ir con guía, y en primavera u otoño: llueve en verano y en invierno es muy frío. En Tolar Grande hay un refugio municipal y comedores en casas de familia.
3- Campo de Piedra Pómez (Catamarca)
Este “mar de piedras” ubicado a 63 kilómetros de Antofagasta de la Sierra, a 10 de la localidad de El Peñón y a 220 de Belén, en Catamarca, es una enorme extensión donde sobresalen grandes formaciones de piedra pómez, como si fuera un mar de rocas blancas y crestas rosadas, ocre y amarillas que llegan a superar los 50 metros de altura, entre inmensos médanos blancos y la silueta de volcanes. Son más de 5 mil formaciones rocosas en un área de 25 km de largo, testimonio de la intensa actividad volcánica de los Andes hace millones de años. 
Con tiempo y paciencia, el viento y la lluvia tallaron las formas más diversas y crearon corredores e impactantes esculturas naturales. Se llega por asfalto hasta El Peñón, rodeada de lagunas con flamencos, vicuñas y los volcanes más altos del planeta, pero desde allí es necesario contratar excursiones y guías experimentados con camionetas 4x4, por recorridos que andan siempre a alturas de entre 3.000 y poco más de 4.000 metros.
4- El "otro" Valle de la Luna (Jujuy)
Está el famoso Valle de la Luna de San Juan.Pero no es la única reminiscencia lunar del país. A más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, en un recóndito rincón de la Puna jujeña, hay otro impresionante paisaje conocido como Valle de la Luna y también como Valle de Marte, porque en él abundan formas de colores rojos y grises. 
Está casi en el límite con Bolivia, muy cerca del nuevo trazado de la ruta 40. Se puede llegar desde Abra Pampa por la provincial 7 hasta Laguna de Pozuelos, luego la 70 a Liviara y la 85 a Cusi Cusi, o desde La Quiaca por la nueva 40. 
Es recomendable un vehículo 4x4 y llevar reserva de combustible. Las mejores épocas son primavera y otoño (en invierno es muy frío y en verano llueve). Hay alojamiento en Cusi Cusi y Cochinoca.

1- La Ciudacita (Tucumán)

La Ciudacita, ruinas incas en la cima de los Nevados del Aconquija.

Son tres días a caballo o al menos cinco a pie para ascender a los 4.400 metros sobre el nivel del mar de los Nevados del Aconquija, en el Parque Nacional Parque de los Alisos, a 250 kilómetros de San Miguel de Tucumán. El ascenso permite ir atravesando distintos biomas y paisajes y llegar a La Ciudacita por el área ceremonial, con su Puerta del Sol, que indicaba el solsticio de verano. 

Estas extraordinarias ruinas incas construidas con piedra laja gris consisten en recintos escalonados sobre el filo de la montaña a partir de un campo de 40 por 60 metros llamado “Kalasasaya”.

El sitio, parte del Camino del Inca, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La mejor época para ir es la primavera. En verano graniza y el invierno es muy frío.

Cómo llegar

Se asciende desde Alpachiri, en los límites de la agricultura intensiva de caña de azúcar, tabaco, cítricos. Allí se ingresa por la puerta del Parque Nacional Campo de los Alisos y durante tres días se asciende atravesando los distintos Puestos y sus biomas: chorrillos en plena nuboselva a 1.000 msnm, Mesadas donde predominan los alisos a 2.000 msnm y por último Cascadas con pajabravas y queñoas a los 3.000 msnm. Una vez en las Cascadas comienza el último tramo para subir a 4.400 msnm, entrando a Ciudacita por el área ceremonial, donde se encuentra la Puerta del Sol, lugar donde los calchaquíes medían exactamente el solsticio de verano (21 de diciembre).

Más info: www.tucumanturismo.gov.ar

2- El cono de Arita (Salta)

Cono de Arita.

Tolar Grande es un pueblo minero en la Puna salteña que se hizo conocido en 1999, cuando se hallaron las momias bautizadas “Los niños del Llullaillaco”, en la cima del cercano volcán. A 80 kilómetros de Tolar Grande, el salar de Arizaro es el más grande de Argentina y el tercero en el mundo luego del de Uyuni, en Bolivia, y el de Atacama, en Chile.

Este nombre aymara se traduce como “dormidero del buitre”, nombre que se debe a los cóndores que sobrevolaban el lugar buscando los cadáveres de animales que quedaban en las travesías que llevaban ganado a Chile. 

En el extremo sur de este mar de sal hay una geoforma cónica casi perfecta que se eleva unos 200 metros sobre el salar, con una cima ubicada a 3.689 msnm. Es el Cono de Arita, palabra que quiere decir “filoso” o “punzante”. El origen de esta forma es desconocido, y no faltan las teorías que la vinculan con un posible centro ceremonial inca, a los pies de los gigantes Llullaillaco y Socompa.

Cómo llegar

Para llegar hay que salir de Salta por la ruta 51 hacia San Antonio de los Cobres y, después del Viaducto La Polvorilla y Olacapato, tomar la provincial 27. Es recomendable ir con guía, y en primavera u otoño: llueve en verano y en invierno es muy frío. En Tolar Grande hay un refugio municipal y comedores en casas de familia.

Más info: www.turismocatamarca.gob.ar

3- Campo de Piedra Pómez (Catamarca)

El Campo de Piedra Pómez, un impactante "mar de piedras" ubicado en la Puna catamarqueña,.

Este “mar de piedras” ubicado a 63 kilómetros de Antofagasta de la Sierra, a 10 de la localidad de El Peñón y a 220 de Belén, en Catamarca, es una enorme extensión donde sobresalen grandes formaciones de piedra pómez, como si fuera un mar de rocas blancas y crestas rosadas, ocre y amarillas que llegan a superar los 50 metros de altura, entre inmensos médanos blancos y la silueta de volcanes. Son más de 5 mil formaciones rocosas en un área de 25 km de largo, testimonio de la intensa actividad volcánica de los Andes hace millones de años.  Con tiempo y paciencia, el viento y la lluvia tallaron las formas más diversas y crearon corredores e impactantes esculturas naturales.

Cómo llegar

Se llega por asfalto hasta El Peñón, rodeada de lagunas con flamencos, vicuñas y los volcanes más altos del planeta, pero desde allí es necesario contratar excursiones y guías experimentados con camionetas 4x4, por recorridos que andan siempre a alturas de entre 3.000 y poco más de 4.000 metros.

Más info: www.turismocatamarca.gob.ar

4- El "otro" Valle de la Luna (Jujuy)

Por su tono rojizo, el Valle de la Luna de Jujuy también es conocido como Valle de Marte.

Está el famoso Valle de la Luna de San Juan.Pero no es la única reminiscencia lunar del país. A más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, en un recóndito rincón de la Puna jujeña, hay otro impresionante paisaje conocido como Valle de la Luna y también como Valle de Marte, porque en él abundan formas de colores rojos y grises. 

Está casi en el límite con Bolivia, muy cerca del nuevo trazado de la ruta 40. Se puede llegar desde Abra Pampa por la provincial 7 hasta Laguna de Pozuelos, luego la 70 a Liviara y la 85 a Cusi Cusi, o desde La Quiaca por la nueva 40. 

Cómo llegar

Es recomendable un vehículo 4x4 y llevar reserva de combustible. Las mejores épocas son primavera y otoño (en invierno es muy frío y en verano llueve). Hay alojamiento en Cusi Cusi y Cochinoca.

Más info: turismo.jujuy.gov.ar

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