Una chica trans logró que el IPS le reconociera la mastoplastía

El año pasado, mediante un decreto se aprobó la reglamentación del artículo 11 de la ley sobre el derecho a la identidad de género (Ley Nº 26.743) que garantiza el acceso a intervenciones quirúrgicas totales y parciales para adecuar el cuerpo. Y en Salta, recientemente, una joven trans logró ser la primera a la que el Instituto Provincial de Salud (IPS) le reconoció casi la totalidad de la mastoplastía, luego de varias idas y vueltas con la obra social.

Ella es Gabriela Dagun, que hace ocho meses comenzó una serie de trámites, estudios y una larga peregrinación por médicos cirujanos plásticos buscando que le acepten las condiciones de la obra social provincial.

“El IPS no quería pagar lo que cobra un cirujano, y no había ningún médico que quisiera cobrar lo que el IPS pretendía”, explica Gabriela.

Lo que ocurre es que el nomenclador y las valuaciones de esta obra social quedaron desactualizados. Ante el pedido de la joven –según describe-, le respondieron que destinaban 2000 pesos por el implante mamario, monto por el que ningún profesional  quiso operar sino era con el pago de “un plus”, una suma extra muy superior al que podía acceder Gabriela y tantos otros en situación similar.  

“Era mucha la diferencia de lo que los médicos querían cobrar. Así que presenté notas, iba todos los días al IPS, realicé trámites y, antes de llegar a un amparo judicial, autorizaron que se pague la intervención como una operación no nomenclada”, cuenta.

De esta manera, Gabriela acordó con la obra social que se le reconozca el 80% del costo de las prótesis y el 80% del valor de la cirugía, pese a que la ley entiende que debería contemplarse el 100% de los gastos.

No obstante, la joven que trabaja en la administración pública del municipio observa que aún falta un protocolo para intervenciones a personas transgénero. “No hay pasos a seguir, ni médicos encargados para la reasignación de género, lo que abarca varias operaciones de cambio de sexo”, dice, basada en su experiencia en un hospital público.

“Tuvieron que buscar al doctor Paul Coronel, el médico de cirugía estética de la Fundación Reconstruir que atiende a pacientes con labio leporino”, cuenta la joven que finalmente, la semana,  fue operada en el sanatorio El Carmen. Igualmente Gabriela se hizo cargo de los gastos de los descartables y el 20% restante de las prótesis y la cirugía.

“Esto marca un precedente”, advierte, ya que personas en igual situación y con esta obra social podrán recurrir no solo a la ley sino a su caso para obtener mínimamente igual cobertura.

“La ley considera la readecuación de mi cuerpo, tal como me veo. Y yo me siento una persona femenina, acorde a lo que me veo y a cómo me tratan los demás y a lo que soy”, subraya esta salteña que también se describe como una militante por los derechos a la identidad de género. “Ojala que esto haya hecho ver al IPS que necesita un protocolo para dar una solución a todos y todas”, concluye.