"Les importa más un caballo que la salud de una familia”.

Un carrero quedó detenido, luego de que su caballo se desplomara exhausto en la calle. Esto generó la ira de proteccionistas. Fredy Flores salió en su defensa: “todos preguntaron cómo estaba el caballo pero nadie peguntó como está el muchacho, si tiene para comer, si tiene hijos"

06 Oct 2016
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Imágen de archivo

Ayer la policía detuvo a un carrero luego de que su caballo se desplomara en la calle. Hoy la fiscalía penal 2 imputó al comerciante involucrado por el delito de crueldad animal, aunque le concedió la libertad.

Las voces a favor de la protección de los animales no tardaron en alzarse y fueron muchos los que a través de las redes sociales manifestaron su indignación.

Hoy Fredy Flores Núñez, presidente de la Agrupación de Carreros Salteños, respondió a esas voces planteando esta disyuntiva: “todos preguntaron cómo estaba el caballo pero nadie peguntó como está el muchacho, si tiene para comer, si tiene hijos, familia. O sea que les importa más un caballo que la salud de una familia”.

Asimismo, Flores admitió a LA GACETA que en este caso sí hubo un descuido por parte del trabajador y atribuyó esto a la compleja situación económica que se vive en la actualidad.

“Reconozco que al caballo le faltaba un poco de cuidados, pero hay que tener en cuenta que la situación está crítica en Salta, que es la provincia de los anuncios grandilocuentes de los millones y millones de pesos, pero a manos de un humilde de un pobre no llegó ni un solo centavo” expresó.

Es que la vida de un carrero se hace difícil de sobrellevar, según comenta el representante de este sector de trabajadores, ya que “la gente no tiene poder adquisitivo, los que antes nos compraban tierra ahora no nos compra como antes, es muy limitado el ingreso económico de los carreros” dijo.

En este sentido pareciera ser que los números no cierran si se tiene en cuenta que durante una jornada de trabajo, un carrero puede ganar $90, mientras que el fardo de alfalfa para el caballo tiene un costo de $50. Ante esta realidad Flores comentó que algunas veces un carrero “tiene que elegir entre darle de comer a la familia o darle de comer al caballo”.

Son más de 700 las personas que viven de esta actividad actualmente en la ciudad de Salta, y entre las diversas actividades comerciales que realizan están los cartoneros, los tierreros, los maceteros, los hueveros, el chatarrero y el verdulero.

De la totalidad de carreros que día a día transitan las calles de la ciudad en busca de un sustento para la economía familiar, la mayoría proviene de barrios de las zonas este, oeste y sureste.

Asimismo, el representante de los carreros expresó que “no hay voluntad política de dar solución a este problema” y que hay posibilidades de que la agrupación que nuclea a estos trabajadores tome medidas de protesta.

Además agregó: “queremos presentarles a las autoridades una serie de proyectos que son viables, no queremos planes, no queremos bolsones pero si queremos que empiecen a dar soluciones de fondo que dignifiquen a la familia de los carreros, cosa que en un futuro no estemos hablando de otro caballo desplomado”.

Por último, Flores se mostró preocupado por la situación del hombre que fue imputado ya que según afirma “el año pasado hubo trabajadores que se suicidaron al no encontrar ninguna salida a los problemas económicos”.

Además agregó: “estuve hablando dos horas con este muchacho, para que tome conciencia sobre su caballo pero también para que tome conciencia sobre su vida. No queremos otro ahorcado más”.


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