Un celular fue clave para rastrear al único detenido por el crimen del enfermero

Luego de ser detenido en Buenos Aires, el viernes llegó a Salta el único detenido por el crimen de Leopoldo Federico Núñez -el enfermero asesinado en su casa de barrio Castañares hace más de un mes.- Se supo que la víctima llevaba 48 horas fallecida cuando un familiar encontró el cuerpo. 

Franco Jonathan Corvalán, de 28 años, está acusado de asesinar a Núñez en medio de un violento robo. La investigación reveló que el hecho sucedió la noche del 1 de septiembre en la casa de la manzana 16, del barrio de la zona norte de la ciudad. 

El homicida ultimó de dos puñaladas en el cuello a la víctima. Según consta en la investigación, luego el agresor decidió huir llevándose objetos electrodomésticos, celular, tablet y el auto del enfermero, y el celular de Núñez, por el cual fue rastreado y detenido en Buenos Aires. 

El auto, un hallazgo clave

El fiscal penal de la investigación precisó que Corvalán fue visto en el Renault Megane que pertenecía a la víctima. Incluso fue protagonista de un siniestro vial leve cuando chocó con un auto en la esquina de Alvarado y Córdoba, al ingresar a la bocacalle en contramano. 

La fiscalía puedo identificar al conductor del segundo auto quién prestó declaración testimonial y reveló que, tras el choque, habló con el acusado quién escapó con la excusa de ir en busca de los papeles del auto a su vivienda, fingiendo que vivía a pocos metros del lugar del accidente. 

Dentro del auto hallaron el arma homicida. Se tomaron distintas muestras que se sumaron a otros rastros hallados en la casa de la víctima, y las evidencias fueron levantadas por peritos del CIF. 

Al momento de la audiencia de imputación, realizada el viernes pasado, Corvalán, asistido por la defensora oficial, Karina Peralta, fue notificado formalmente de todos los elementos de pruebas colectados en la causa, tras lo cual se negó a prestar declaración indagatoria.

Luego, el fiscal penal solicitó el mantenimiento de la detención del imputado, como así también ordenó la toma de muestras a fin de ser sometidas luego a un cotejo genético con los rastros hallados en la escena del crimen y en el arma asesina, tarea que se encuentra ahora en manos del CIF.