“Empecé a dibujar comic antes de saber leer”

Todo superhéroe tiene un gran origen. El de Eleonora Kortsarz, que vive de dibujar superhéroes, también posee rasgos distintivos: “Yo empecé a dibujar comic antes de saber leer”, dice.

Recuerda algunas de las viñetas que pasaban por sus manos: Súperman, el Increíble Hulk, El Hombre Araña…historietas que eran de su papá, otro gran lector de comics. “Después descubrí la editorial Columbia, con Nipur, Morgan, con una serie de personajes reconocibles que me daban otro panorama de lo que era la historieta. Después fue descubrir el animé, el animé antes que el manga. Pero siempre fui muy de los superhéroes, siempre fui consumidora de los comics de súper héroes”, explica.

Se perfeccionó. Hizo el secundario en la Tomás Cabrera. Después aprendió sola, por sí misma. “No tuve otra formación académica, artística, prácticamente mi formación fue autodidáctica... además me encontré en medio de una generación que empezó estudiando de una manera y después irrumpió todo lo digital: en los 90/2000 surgió algo nuevo y tuvimos que aprenderlo por nuestra cuenta. Estuve diez años en Buenos Aires y ahí lo que estudié fue animación clásica y un poco de cine, que se relaciona por la narración visual”, señaló.

Cuando se le indica que quizá haya sido la primera mujer que pudo vivir de dibujar historietas en Salta, lo acepta con humildad. Recalca, eso sí, que en la industria norteamericana hay mujeres en todos los cargos y dibujantes mujeres de superhéroes que son buenísimas, como Gail Simone y Nicola Scott.

A veces se espera de la mujer que escriba cierto tipo de historia, más relacionado a lo autobiográfico. Pero Kortsarz defiende a sus superhéroes: “A mí me entretienen, me gustan mucho las historietas de superhéroes, tienen mala fama, pero hay historias que son interesantes y tienen una serie de cuestionamientos y otras que son muy entretenidas... en mi adolescencia no me dejaban mucho leer la Fierro y me acuerdo que en los 90’ Trillo había sacado una revista que se llamaba Puertitas, y era muy buena y no duró más de dos años, y eso también me gustaba, me intrigaba...

En Salta forma algo parecido a un dúo dinámico con el guionista Luis Castro, pero Eleonora también dibuja para Brasil, Estados Unidos e Inglaterra. Entre esos trabajos se destaca “The Almighties”, una parodia de superhéroes, que surgió antes de que se estrenara la primera película de The Avengers. Para participar, la contactó el guionista inglés Sam Johnson. “Mi estilo le gustó porque tenía esto de mantener al superhéroe pero a la vez mostrar que son expresivos porque hay mucho humor. Es un comic con mucho humor y mucha parodia, sobre lo que se supone que son los superhéroes”, detalla.

La semana pasada se presentó en Salta un libro que recopila lo mejor de la revista Clítoris, y allí se incluye una de sus historias. “Las anteriores historietas que había publicado en la Clítoris no eran tan humorísticas, acá traté de hacer como una comedia de enredos, que fuera como una sitcom...la temática es fuerte pero no quería contarla desde lo dramático”, dice y añade: “creo que si querés que llegue un mensaje, si lo hacés desde un lugar negativo, la gente no lo recibe de la misma manera”.

Su faceta menos conocida es la de profesora: desde hace unos años da un taller de historietas para los jóvenes. Afirma que enseña lo que los libros indican y también desde la experiencia. “Uno de los cambios que yo vi desde que empecé a enseñar es la incorporación de chicas: en 2008 eran muy pocas. Ahora hay muchas: se abrió el juego o ellas mismas vieron que se puede. Y también hubo todo un cambio cultural... toda la nueva camada que vino tiene mucha influencia japonesa... después hay cosas que uno se va adaptando al grupo que te va tocando”, indica. Con agruparse a los grupos se refiere, por ejemplo, a dar clases en el Museo de Arte Contemporáneo y, también, para chicos en contexto de encierro.

Esta entrevista se realizó unos días antes del Dimensión Comic, el festival que en Salta volvió a convocar a miles de salteños fanáticos del noveno arte. Eleonora, en ese momento realizó este diagnóstico sobre la situación en Salta. “Faltan espacios de publicación, gente que invierta, un espacio que genere la publicación. Gente que consuma comic hay un montón y que dibuje también... en Salta se armó una cultura alternativa alejado de lo tradicional... hay gente que sigue pensando que Salta es lo tradicional: el gaucho, el poncho, el folclore y la empanada, pero hay toda una cultura alternativa gigantesca, sobre todo de los chicos nuevos, que están en otra... Salta cambió”.