Forman a nuevos payamédicos

No son médicos pero su misión es visitar a niños, adolescentes y adultos enfermos y regalarles un momento de alegría. Los payamédicos enseñan que no existe limitación física que impida reír a carcajadas. “Amor, color y humor para un mundo mejor” es el lema de este grupo de voluntarios que se formó en Salta en el 2008 y que hoy está capacitando a más jóvenes. La idea es sumar gente que contagie energía a otros.

Un total de 40 chicos participan de esta capacitación que dicta todos los sábados en el Hospital San Bernardo y que se extenderá hasta el 27 de diciembre. Mirta Elías, formadora e integrante de Payamédicos, explicó que la formación se divide en dos partes, una teórica y otra práctica. “A la teórica la llamamos ´payamedicina´y a la práctica ‘payateatralidad´. En la primera se habla sobre hospitalización del paciente, mientras que la segunda es la parte lúdica. La idea de taller es buscar y encontrar al payaso interno, es decir la parte inocente y tierna de cada ser humano”, explicó la payamédica.

El trabajo de un payamédico

El trabajo de un payamédico es amplio y comprende cuatro tiempos. En el primero, denominado “payapase”, los voluntarios solicitan el diagnostico, la historia clínico, el pronóstico y la situación anímica del paciente. El segundo paso es la intervención que siempre se aborda desde el formato teatral. “Destacamos siempre la fantasía y buscamos rescatar los aspectos sanos del paciente, para se movilice, se entretenga y se libere”, agregó Elías.

Una vez terminada la intervención viene la tercera etapa donde se intercambian ideas y experiencias personales. La cuarta y final fase comprende a su vez cuatro etapas. “La primera es una payagrafía, que consiste en una supervisión clínica del voluntario porque la misión es ayudar al prójimo pero también estar bien uno mismo. La siguiente etapa es la payaactualización y payateatralidad, la tercera es la payamedicina y la cuarta la paya ateneo. Como ninguno somos médicos, esta última consiste en investigar los temas que vamos descubriendo en las intervenciones y compartirlos entre nosotros”, detalló la formadora.

En síntesis, la labor de un payamédico es integral porque no sólo se prepara para divertir y aliviar a un paciente sino que se interioriza sobre su enfermedad y su estado de ánimo.