La familia del enfermero cree que hubo un “entregador”

Aseguran que el presunto asesino actuó con la ayuda de alguien más. Piden la profundización en la investigación.

04 Nov 2016
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JUSTICIA. Familiares de Leopoldo Núñez aseguran que hubo un "entregador" y que el detenido no actuó solo. FOTO TOMADA DE FACEBOOK LEOPOLDO NÚÑEZ.

Las pericias genéticas demostraron que el único detenido por el crimen de Leopoldo Núñez estuvo en la escena del crimen. Encontraron su perfil genético en las muestras extraídas sobre el cuerpo del enfermero y en su casa de Castañares. Pero a los familiares de la víctima, la hipótesis del único responsable no convence y aseguran que la noche del 1 de septiembre hubo alguien más en la casa de la manzana 16. 
Franco Corvalán es el principal sospechado de ser el homicida. La familia Núñez asegura que no era una persona desconocida ya que había mantenido un vínculo cercano con la víctima, en sus últimas semanas con vida. Andrés, sobrino de “Poly”, dialogó con LA GACETA y aseguró que los protagonistas “se habían conocido hacía poco tiempo”. Si bien habían escuchado hablar de él, la familia no conocía a Corvalán en persona. 
Antes de ser asesinado a puñaladas, Núñez planeaba viajar a Cancún y pasar allí dos semanas. Se iría solo y disfrutaría sus vacaciones. “Mi tío cometió el error de publicar en su cuenta de Facebook que planeaba viajar. Por ahí, él hacía esas cosas, comentaba qué iba a hacer y ese fue el caso”, contó Andrés.
Y allí se desprende la hipótesis de la familia. Creen que Franco no fue el único; hubo un entregador. 
“Al hacer público que iba a viajar, quizás alguien supo que él tenía los ahorros para hacerlo y alguien avisó que tenía el dinero en la casa y no en un banco, y planearon el robo”, opinó. 
Los Núñez pidieron que el fiscal profundice la investigación y están convencidos que alguien ayudó a Corvalán.
Negligencias
La investigación judicial reveló que después del asesinato, Corvalán robó pertenencias de la víctima y huyó en su auto. Luego protagonizó un siniestro vial leve en el centro de la ciudad. El caso se había hecho público y había una orden de captura del joven y de secuestro para el Renault Megane de “Poly”. 
Por esto el sobrino cuestionó el rol del personal de la Subsecretaría de Tránsito de la Municipalidad. “Si ellos sabían que buscaban el auto ¿cómo no avisaron a la justicia?”, cuestionó. También dirigió sus críticas a los funcionarios de seguridad porque “las cámaras de seguridad filmaron el siniestro y tampoco lo encontraron”, reclamó. 

Las pericias genéticas demostraron que el único detenido por el crimen de Leopoldo Núñez estuvo en la escena del crimen. Encontraron su perfil genético en las muestras extraídas sobre el cuerpo del enfermero y en su casa de Castañares. Pero a los familiares de la víctima, la hipótesis del único responsable no convence y aseguran que la noche del 1 de septiembre hubo alguien más en la casa de la manzana 16. 

Franco Corvalán es el principal sospechado de ser el homicida. La familia Núñez asegura que no era una persona desconocida ya que había mantenido un vínculo cercano con la víctima, en sus últimas semanas con vida. Andrés, sobrino de “Poly”, dialogó con LA GACETA y aseguró que los protagonistas “se habían conocido hacía poco tiempo”. Si bien habían escuchado hablar de él, la familia no conocía a Corvalán en persona. 

Antes de ser asesinado a puñaladas, Núñez planeaba viajar a Cancún y pasar allí dos semanas. Se iría solo y disfrutaría sus vacaciones. “Mi tío cometió el error de publicar en su cuenta de Facebook que planeaba viajar. Por ahí, él hacía esas cosas, comentaba qué iba a hacer y ese fue el caso”, contó Andrés.

Y allí se desprende la hipótesis de la familia. Creen que Franco no fue el único; hubo un entregador. 

“Al hacer público que iba a viajar, quizás alguien supo que él tenía los ahorros para hacerlo y alguien avisó que tenía el dinero en la casa y no en un banco, y planearon el robo”, opinó. 

Los Núñez pidieron que el fiscal profundice la investigación y están convencidos que alguien ayudó a Corvalán.

Negligencias

La investigación judicial reveló que después del asesinato, Corvalán robó pertenencias de la víctima y huyó en su auto. Luego protagonizó un siniestro vial leve en el centro de la ciudad. El caso se había hecho público y había una orden de captura del joven y de secuestro para el Renault Megane de “Poly”. 

Por esto el sobrino cuestionó el rol del personal de la Subsecretaría de Tránsito de la Municipalidad. “Si ellos sabían que buscaban el auto ¿cómo no avisaron a la justicia?”, cuestionó. También dirigió sus críticas a los funcionarios de seguridad porque “las cámaras de seguridad filmaron el siniestro y tampoco lo encontraron”, reclamó. 

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