La novela tucumana de Abel Posse

Una trama cautivante en la que se confunden la Historia y la ficción

06 Nov 2016
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LOS AÑOS DORADOS. La reeditada novela de Abel Posse está ambientada en los tiempos del boom del azúcar. lanacion.com

NOVELA

EL INQUIETANTE DÍA DE LA VIDA

ABEL POSSE

(Emecé - Buenos Aires) 

Aparece en las librerías argentinas una reedición de El inquietante día de la vida, novela ambientada en la época del boom del azúcar tucumano y en la Belle Epoque argentina. Publicada por primera vez en abril de 2001, fue galardonada con el Premio de la Academia Argentina de Letras en 2002.

Cuando la leí por primera vez no pude dejar de interpretarla en clave de la crisis financiera del 2001-2002, porque un poco confirmaba aquel refrán que reza:“lo mejor de la Argentina está en el pasado”. En esta novela histórica junto a su protagonista Felipe Esteban, apodado Felipe Segundo, vemos desfilar a los próceres de la incipiente modernidad argentina: Alberdi, Sarmiento, Mitre, Roca. Este último con confianza altanera asegura que “nosotros haremos en treinta años el camino que hizo Europa en siglo y medio. Con educación obligatoria, proteínas, vacuna y policía federal, lo lograremos.”

Pero como es habitual en este novelista, algo marginado de las letras argentinas (es más leído y estudiado fuera que acá, lo cual confirma que nadie es profeta en su propio país), a medida que se avanza en su lectura se van deslizando otros temas, encrucijadas y reflexiones. En manos de la magistral pluma de Abel Posse se despliega una trama cautivante y conmovedora para el lector, con múltiples capas y tamices donde se confunden la Historia y la ficción.

Lo que dispara la historia y la inquietud de su héroe es la revelación de un absoluto que pone en jaque su asegurada vida de magnate del feudo azucarero. Pues es el motivo del viaje externo e interno que vertebra la narración; a veces vemos al voyeur, en otras al hombre introspectivo cuestionándose y autodescubriendose.

Encarar el hecho de su inminente desaparición estremece su ser impulsando al ‘barón del azucar’ tucumano a emprender un periplo que lo lleva a Buenos Aires, y de allí a Francia y luego a Egipto tras las huellas de un joven bardo francés. Es durante esta aventura que le aparecen una serie de entredichos e interrogantes tanto existenciales como corazonadas e intuiciones en torno a las secretas y profundas pulsiones de una Argentina que va desvaneciendo ante el incesante avance del progreso que impulsan sus elites. Esto nos trae a la mente dos visiones de la Argentina que cantó Rubén Darío. Una es de aquella época que despertó la imaginación del mundo: “¡Argentina, región de la aurora! / ¡Oh, tierra abierta al sediento / de libertad y de vida, / dinámica y creadora!” Mientras que la otra es un canto de cisne de la otra Argentina que parece fenecer: “¡Yo soy la Poesía que un tiempo aquí reinó/ Yo soy el primer gaucho que parte para siempre / De nuestra vieja patria llevando el corazón!”

El inquietante día de la vida es un ejemplo paradigmático de la llamada nueva novela histórica plasmada en un leguaje poético cuya mirada oblicua y sesgada nos convida a un panorámico friso de un tiempo que transformó al país y que paradójicamente sembró los dilemas con los que hoy convivimos.

© LA GACETA

Roberto H. Esposto

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