Embarcación: para tomar clases deben recorrer 40 km a pie o a dedo

Estudiar se hace difícil para los alumnos del instituto que funciona en Misión Carboncito, en el norte provincial. Los estudiantes cuentan que llegaron a viajar en el camión de la basura.

21 Nov 2016
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Foto gentileza estudiantes de Embarcación

Casi 40 kilómetros a pie, a dedo, arriba del camión de la basura, entre bolsas de carbones, o en el mejor de los casos en un colectivo que cuesta $29 (pero que casi nunca tiene vuelto de $1) es lo que recorren varios estudiantes de Magisterio del instituto de Misión Carboncito.

Esta pequeña localidad que pertenece al departamento San Martín, en el norte provincial, en su mayoría está poblada por aborígenes de la etnia wichí.

La ruta provincial 53 es lo que une a este paraje con la ciudad de Embarcación, y el único camino que tienen para llegar los alumnos de la institución, que todos los días deben superar varias dificultades para poder tomar clases.

Según cuentan los estudiantes, en abril (cuando empezó el ciclo lectivo) recibieron la promesa de que el Municipio les gestionaría el costo del pasaje de colectivo para ayudarlos a cubrir los gastos de estudio.

Hasta el día de hoy, luego de haber presentado los papeles que se les solicitaba y haber hecho varios reclamos, no recibieron la ayuda en la que se comprometió el organismo municipal.

Es por esta razón que cada día para estos jóvenes ir a estudiar se convierte en una verdadera epopeya.

El medio menos incómodo para llegar al instituto terciario es el colectivo, que tiene un costo de $29 pero, según cuentan los alumnos, “el chofer nunca te devuelve el peso, que no es mucha plata pero son unas monedas que van sumando”.


Es así que para ir a estudiar deben gastar $60 al día, lo que representa un gasto mensual de $1200. "La mayoría de mis compañeras son madres, y a veces no tienen plata”, cuenta con cierta preocupación Graciela Pérez, estudiante de la institución, quien además agrega: “es desesperante, son muchísimas horas que una tiene que estar lejos. Cansa estar bajo la lluvia, bajo el sol. Hay varios compañeros que tuvieron que dejar de estudiar por el tema económico, pero nosotros estamos tratando de remarla”.

Es que a esta altura del año, caminar bajo el sol, bajo la lluvia o de noche acumula un cansancio no solo físico sino también mental. Pérez comenta que muchas veces pensó en dejar de estudiar y que a veces la decepción se transforma en llanto.

Son 35 los jóvenes de Embarcación que muchas veces encuentran alivio a su situación en el camión de la basura o en vehículos que trasladan bolsas de carbón hacia localidades de la zona.

“Lo que nos salva es la gente que va a comprar carbón, viajamos en camionetas que vienen llenas de carbón, en tractores que traen esos acoplados también, una vez vinimos en un camión que traía varillas, vinimos en el camión de la basura de Embarcación” expresa la estudiante.


Caminar o hacer dedo también es una opción, aunque eso los expone a los peligros del camino. “Hace tres semanas atrás había unos chicos amenazándonos que nos iban a hacer tiros cuando nosotros estábamos en la ruta haciendo dedo. Había una profesora también, se arrimaron dos muchachos en moto que amenazaban con agarrarnos a tiros, gritaban muchas cosas, dijeron que nos vayamos porque iban  sacar la pistola” relata Pérez.

Por otro lado, los estudiantes cuentan que también les pasó que el colectivo no volvió a Embarcación y los dejó a varios kilómetros que tuvieron que recorrer a pie en la noche.

Los chicos quieren estudiar pero se hace difícil con tantos obstáculos.


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