Los Pumas deben barajar y dar de nuevo

Mejorar el juego y ampliar la base son las tareas para 2017.

28 Nov 2016
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DESGASTE. Nicolás Sánchez fue el tercer Puma que más minutos acumuló: 808. reuters

El arco argumental que inició la UAR en 2008, aprovechando el viento de cola que había dejado el bronce en el Mundial del año anterior, tenía su fin en 2016. El que está pronto a terminar era señalado como el año en que por fin iban a empezar a emparejarse las condiciones de base de Argentina con las potencias del Hemisferio Sur, con el estreno de la primera franquicia de la UAR en el Súper Rugby, un hito histórico que se sumaba al ingreso al Tres Naciones (rebautizado Rugby Championship), acontecido cuatro años antes. Sin embargo, había que esperar al final de esta temporada inédita para saber si el plan diagramando por la entidad madre del rugby argentino para afrontarla era el correcto, y hasta qué punto.

Tachado ya el último casillero del calendario anual con la derrota a manos de Inglaterra, puede hablarse ya en términos conclusivos. Y lo primero que cabe concluir es que son varias las cosas que deberán replantearse, porque evidentemente fallaron. Los malos resultados cosechados en la ventana de noviembre son consecuencia de una estrategia general que hizo agua- un poco por inexperiencia y otro poco por negligencia- y que será imperioso reformular en 2017 con miras al Mundial de Japón, ese que Daniel Hourcade clamó desde el principio como el objetivo final de su proyecto.

La incursión en el Súper Rugby, que debía servir a los jugadores argentinos como plataforma para imprimirle mayor dinámica a su juego y acomodar su calendario al de los sudafricanos, australianos y neozelandeses, fue positiva desde el aprendizaje que implica toda nueva experiencia, pero resultó en un importante desgaste físico que luego afectaría el rendimiento del seleccionado, ya que la base fue a grandes rasgos la misma. Es decir, si bien los jugadores llegaron con mayor rodaje al Rugby Championship, también lo hicieron con el cansancio acumulado de 18 partidos casi consecutivos.

En ese sentido, llama la atención el escaso número de jugadores con los que Daniel Hourcade y su staff decidieron afrontar los 13 tests del calendario Puma: apenas 31. El propio entrenador anticipó que tanto en el Championship como en las ventanas utilizaría lo mejor que tuviera a disposición (probablemente pensando en el ranking de cara al sorteo del Mundial), pero la base del plantel es muy corta para tantos compromisos de máximo nivel, y los jugadores llegaron fusilados a los últimos cuatro partidos. Las falencias de Japón permitieron disimularlo, pero Gales, Escocia e Inglaterra superaron físicamente a un equipo argentino deteriorado desde lo físico y lo mental.

Por ello, en 2017 será menester hacer foco en el juego y darle la oportunidad a nuevos jugadores, no solo para ampliar la base, sino para favorecer la competencia interna y evitar el estancamiento. Hay puestos en los que, más allá de estar bien cubiertos, faltan variantes. Y en otros, hay jugadores que ya han tocado su techo o cumplido un ciclo.

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