Alejando Arroz: "Fidel Castro es inmenso, logró que la Revolución perviva"

“Con el cine conocí muchos países pero a Cuba es al único al que siempre vuelvo”, dice el director salteño Alejandro Arroz que este lunes viajará por octava vez al país del recientemente fallecido Fidel Castro. El motivo será proyectar su película sobre el amigo del Che Guevara que cumplió un rol trascendental en la Revolución Cubana: “Alberto Granado, el viajero incesante”.

El documental filmado entre La Habana, Salta, Rosario y Buenos Aires, se exhibirá el 13 de diciembre en el 38° Festival Internacional de Nuevo Cine de La Habana. Además, Arroz planea aprovechar su estadía en la isla caribena para comenzar con la pre producción de un largometraje sobre la vida del escolta del Che, José Mendoza Argudín.

Alejandro Arroz cuenta que siempre busca un motivo para volver a Cuba porque “siempre me interesó mucho el proceso revolucionario cubano con sus pro y su contra”. Su primer viaje en el año 2000 fue quizás el más revelador porque participó de la tradicional marcha del pueblo cubano 26 de junio con Fidel y Raúl Castro a la cabeza, y también conoció a Alberto Granado, el protagonista del largometraje que lo involucró cada vez más con la Revolución.

“Fidel es un hombre inmenso. Logró que la revolución perviva y logre una gran cantidad de hechos políticos y sociales para Cuba. En la época de guerra contra el militar Fulgencio Batista, el avance de Camilo Cienfuegos, Raúl y Fidel con sus columnas de guerrilleros sobre La Habana fue increíble. La revolución empezó de la nada con la idea de liberar a Cuba del poder de Batista y con tan poco alcanzó logros valorables para América Latina”, opina el director.

Aquella primera experiencia en La Habana fue un intercambio cultural durante un mes y medio con artistas del lugar. La música y la alegría de los cubanos lo cautivaron, además comenzó a registrar las primeras imágenes de lo que años después se convertiría en un testimonio de vida de la Revolución, “Alberto Granado, el viajero incesante”.

En 2001 lo invitaron a participar del Festival Internacional de Cine Pobre en Gibara, a 800 kilómetros de la capital cubana. Alejandro llevó el guión de su filme “Pallca”. Dos años después, en 2003, llevé la maqueta de “Luz de invierno” al mismo festival y en el 2005 volvió a estrenarla en La Habana y en otras ciudades. “Cada vez que iba a Cuba con Granado charlábamos sobre la idea de hacer un documental sobre su vida. En 2006 tomamos la decisión, yo me volví a Salta a preparar el rodaje, que comenzó en 2008. En pleno rodaje, en 2008, Alberto vino a Salta con su familia, participó de la inauguración de la calle Che Guevara y dio charlas”, cuenta el realizador.

Arroz admira la Revolución Cuba pero reconoce que así como alcanzó logros importantes, también tiene sus contras aunque para él son dos aspectos que se conectan. “Las peripecias que tienen que hacer los cubanos con el bloqueo que no permite el desarrollo económico son admirables. Sin embargo la dignidad del pueblo es asombrosa y sobre todo la alegría con la que afrontan su realidad. Valoro mucho la calidad de su gente. Allá no existen generaciones, todos viven en armonía. Es un pueblo que mostró y muestra resistencia y dignidad sobre la educación, la salud, la cultura, especialmente en la música”, destaca y finaliza: “Cuba es uno de los países más seguros de América Latina”.