Casi la mitad de las personas con VIH no siguen el tratamiento

La tasa de mortalidad en la provincia es la más alta del país y los diagnósticos tardíos son una de las principales causas de fallecimientos.

06 Dic 2016
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FOTO ECESTATICOS.COM

Según el último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, Salta se ubica primera en la tasa de mortalidad por VIH/Sida en el país, con una cifra que en la última década fue en ascenso en cuanto a nuevos casos y fallecimientos. Sin embargo, desde el Programa Provincial de VIH, la licenciada Laura Caporaletti explica que el aumento de la cifra, además de con la cantidad de casos que pudieron sumarse, también tiene que ver con la mayor cantidad de notificaciones realizadas.

“No es que aumentaron el número de muertes sino que ahora se hacen notificaciones que antes no se hacían. No hubo más que en otras épocas, pero de todas maneras es un número importante de fallecidos”, dice la psicóloga y subraya un tema clave: el diagnóstico.

“Salta sigue siendo una provincia con muchos diagnósticos tardíos. Lo ideal sería que la gente acceda a su serología sin llegar a estar enfermos. Muchos llegan tarde, con muchas enfermedades en curso y con estados avanzados que complica los tratamientos y terminan siendo las causas de muerte”, explica.

Según Caporaletti, entre el 30 y el 40% de los diagnósticos que se realizan en la provincia son tardíos. “Hay que seguir reforzando la concientización para que la gente se haga el diagnóstico como un chequeo de rutina. A veces es difícil porque hay quienes no quieren saber que tienen la enfermedad, o llegan con más de una enfermedad en curso, entonces además del VIH hay que tratar otras dos o tres más”, agrega.


Mejor saber

El miedo a saber y la constancia en los tratamientos son las principales dificultades para lograr revertir las cifras de muertes por VIH. El trabajo de los equipos multidisciplinarios se encarga del seguimiento y alcance de las personas infectadas pero muchas veces la tarea se complica por la resistencia de los pacientes.

“Mucha gente sabe su diagnóstico pero no es adherente al tratamiento por muchos factores. Lo que más influye es la no aceptación de la enfermedad, el estigma que uno mismo tiene acerca del VIH”, explica y agrega que otro factor es que muchas veces el virus no da síntomas evidentes y los infectados se confían y no toman la medicación porque se sienten bien. “Es importante entender que se trata de una enfermedad crónica y es difícil sostener el tratamiento continuo”, dice y apunta una cifra preocupante: casi la mitad de los diagnosticados en Salta no realiza el tratamiento o lo hace de manera interrumpida.

Según Caporaletti, de las 1600 personas que reciben el tratamiento gratuito en la provincia, más del 40% de las personas con VIH nolo hacen como corresponde: "esto es tomar todos los días las pastillas en el horario indicado y en todos los momentos. Es un fallo en la adherencia, y obviamente en algún momento tenés algún tipo de repercusiones”, dice.

El trabajo combinado entre los especialistas del Programa de VIH, junto con los farmacéuticos que registran el retiro de la medicación en todos los puntos de la provincia, se combina además con el de los agentes sanitarios que llegan hasta los domicilios de los pacientes y realizan un seguimiento personal de los casos. 

"Siempre es un desafío el tema de seguir mejorando la adherencia. Si la persona hace el tratamiento durante seis meses se convence sola porque es muy efectivo, hay mejorías muy rápidas. El tema es trabajar en la aceptación de la enfermedad, esa es la piedra fundamental. La resistencia a la aceptación tiene que ver con los conceptos previos, los estigmas, el miedo, lo que no creés que te pudo pasar, el enojo, son muchas las cuestiones y el trabajo se trata de eso, de ayudar a la persona a ver los obstáculos y aceptar la enfermedad", concluye.

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