Organizaciones feministas piden la renuncia de la ministra Pamela Calletti

Esta tarde, a las 18, será la marcha desde Plaza de 9 de Julio a la Legislatura. Exigen un plan efectivo para la lucha contra la Violencia de Género.

12 Ene 2017
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El femicidio de Andrea Neri, el jueves pasado a manos de su pareja durante la visita al Penal de Villa las Rosas fue "la gota que rebalsó el vaso". Con esa imagen del límite y el punto del no retorno define Mónica Menini la indignación, la impotencia y el hartazgo compartido por las 18 organizaciones salteñas de mujeres de toda la provincia que, esta tarde, a las 18, marcharán desde la Plaza 9 de Julio hacia la Legislatura para reclamar un plan de acción efectivo al Estado.

La convocatoria es abierta, inclusiva, apela a todas y a todos los conmovidos y cansados por las muertes de mujeres víctimas de violencia machista. "Hay que decir basta", pide Esperanza Siuffi, que se puso calzas negras porque es una de las prendas prohibidas para las mujeres que van a visitar presos a una cárcel. En su musculosa blanca escribió "Andrea Neri Presente", y en pocos minutos de charla reconstruye el camino trágico que llevó a Neri a su final. Esperanza es docente, licenciada en Ciencias Políticas, mira desde su oficio en la profundidad del drama que atraviesa el sistema penitenciario provincial y también se acuerda de Rosana Alderete, de Evelia Murillo, de los nombres que las movilizan con la bandera de #NiUnaMenos. 

"Andrea fue a encontrarse con la muerte en presencia del Estado y la sociedad... No sabemos cuál es el próximo límite que se debe saltar para que la sociedad diga basta. Si no nos acompañan, si no se hacen eco de lo que a todos nos afecta, se empiezan a diluir las responsabilidades y acá no pasó nada", apela y describe el lugar que está tomando el Estado como el de un poncho cuya trama se desdibuja. "Es una trama rara, no tiene tensión, es discontinua. Es un Estado que casi no quiere serlo. Pecho frío, como se dice en la cancha, y necesitamos compromiso, trabajo a deshora, los fines de semana, cuando todos descansan, en vacaciones, buscando fondos, consiguiendo financiamiento, haciendo ponencias, estudiando, conectándose con especialistas nacionales o internacionales. Lo que se hace sigue sin alcanzar", dice.

Los pedidos de la Mesa de Mujeres Provincial, presentada ayer y enfocada en proponer un plan de acción a los legisladores provinciales, definió sus pedidos con la mira puesta en cambios profundos. "Exigimos la renuncia de la ministra de Justicia y Derechos Humanos Pamela Calletti, la promoción y fortalecimiento de las organizaciones de mujeres y redes comunitarias. Rendición de cuentas y presupuesto participativo de los fondos de emergencia social en violencia de género. Programa de ayuda económica urgente para mujeres en situación de violencia. Cátedra itinerante sobre violencia de género en todos los niveles educativos. Creación del consejo de mujeres autónomo votado por las mujeres. Apoyo a publicaciones independientes, biblioteca autónoma de género. Presupuesto para artistas para desnaturalizar la violencia en todo el territorio", declaran.

"Tenemos una ley de emergencia de violencia que creó mucha institucionalidad pero que no frenó la violencia. Creemos que el Estado es responsable desde el punto de vista político y jurídico, y estamos pidiendo renuncia de responsables políticos porque es insostenible. Pedimos a toda la comunidad que nos acompañe en esta nueva marcha", agrega Menini.

"Lo único que dice la ley de prórroga de la emergencia de género es que la Legislatura le da la oportunidad al Ejecutivo el permiso de pasar partidas presupuestarias de un lugar a otro dentro del presupuesto de la provincia. Entonces queremos saber, que nos rindan cuentas y que nos digan qué se hace, que sea además un presupuesto participativo. Nosotras estamos presentando un plan de acción", dice y anota entre las razones para solicitar la renuncia de Pamela Calletti una de las declaraciones que hizo la funcionaria luego del femicidio de Andrea Neri. 

"No podemos aceptar que la ministra diga que el Servicio Penitenciario no midió la peligrosidad del femicida. Es un concepto complejo que no debe dejarse para que lo mida el guardiacárceles. Es muy grave escuchar esto de parte de un ministro que maneja la justicia y los derechos humanos".


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