Cuatro claves para entender los cambios que quiere hacer el Gobierno en los controles migratorios

El Gobierno argentino elabora un proyecto para endurecer los controles de ingreso a inmigrantes, para evitar la llegada de personas con antecedentes delictivos o vinculados al narcotráfico, confirmó hoy el director de Migraciones, Horacio García.

"No queremos delincuentes en la Argentina. Nosotros vamos a trabajar para que en Argentina no ingresen delincuentes", remarcó García en declaraciones a radio Mitre de Buenos Aires que fueron reproducidas por la agencia DPA. El funcionario destacó que el Gobierno está elaborando un proyecto de ley sobre este tema para presentar al Congreso, al tiempo que estrecha la cooperación con Interpol y busca acelerar la firma de convenios de intercambio de base de datos con países de América Latina.

"Queremos información fidedigna para tener el mayor caudal de información a la hora de decidir quién entra o no en la Argentina", señaló el director de Migraciones.

García señaló que los plazos para la expulsión de inmigrantes tienen que ser menores a los que rigen actualmente. "Lo que sabemos hoy es que para echar a una persona que es delincuente vamos a necesitar ocho años", puntualizó.

"Esto perjudica a los argentinos que quieren hacer las cosas bien y a los migrantes que vienen a trabajar", agregó el jefe de Migraciones.

Estas son algunas de las claves que analiza el Gobierno:

1- Las autoridades migratorias prestarán especial atención al ingreso de inmigrantes provenientes de Colombia, México y Perú, por temor a la llegada de narcotraficantes.

2- La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó que "una persona que tiene antecedentes en su país no puede entrar a la Argentina". "Por eso queremos tener una base de datos para poder analizar quién es el que llega, especialmente con aquellos países cuyo volumen de migración es importante”.

3- "Lo que queremos es impedir que esa inmigración sea para acá. Hoy, si no hay una medida de Interpol, no sabemos quién viene", advirtió.

4- Por otra parte, se intenta verificar que la documentación que presenten los inmigrantes sea verdadera y no pasaportes falsos, porque en ese caso tampoco se hallará un eventual prontuario delictivo.