Un ingeniero contó por qué es difícil liberar la ruta 51
Familias varadas emprenden a pie el regreso a Salta mientras continúan los trabajos para liberar el paso.
ALUDES Y ALUVIÓN. Así permanece parte de la ruta nacional 51 mientras continúan los trabajos para liberar el paso.
Hasta esta mañana se habían liberado 12 cortes aunque “la guardia es permanente porque ni bien limpiemos y liberamos los pasos, el agua que baja de las cuencas sigue trayendo problemas”, contó a LA GACETA el ingeniero Ricardo Benitez, de la empresa Desagües Pluviales Pigüe, a cargo del mantenimiento de la 51.
Cientos de familias quedaron varadas desde el domingo por el aluvión y alud que causó más de 20 cortes en la ruta nacional 51.
Desde el ingreso a la Quebrada del Toro, hacia la salida de Campo Quijano, la maquinaria pesada trabajada para liberar el paso y permitir el regreso de las familias que aún no emprendieron la caminata –como lo hacen otras- y permanecen incomunicadas.
LA GACETA recorrió la ruta afectada por el aluvión y el ingeniero contó que las obstrucciones aparecieron desde el primer badén donde termina el asfalto. Los aludes y aluviones causaron más de 20 cortes en la ruta 51.
Bajo las órdenes de Vialidad Nacional, “hay tramos de la ruta que quedaron totalmente cortados y la zona más afectada es la de Chorrillos”, aseguró el ingeniero.
La maquinaria trabaja limpiando las piedras y el alud, a la espera de que cesen las lluvias. A varios kilómetros de distancia, salteños y turistas debieron emprender el regreso a pie.
La vuelta es dramática. Dejaron familias, autos y otras pertenencias para iniciar una larga caminata de, al menos, 22 kilómetros hasta el puesto de control policial en Campo Quijano.
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