Buscan frenar el traspaso de la Palúdica con un amparo

Desde que el 23 de noviembre el Senado de la Nación convirtió en ley el proyecto que establece el traspaso del edificio de la Palúdica a la Municipalidad de Salta, los trabajadores del Ministerio de Salud que allí se desempeñan vienen manifestándose en contra de la medida y temen por sus puestos de trabajo y la continuidad del proyecto.

Por ello, con el patrocinio del abogado Pablo Bravo Herrera, presentaron una acción de amparo en la Justicia Federal para suspender los efectos de la ley e impedir el cambio de propietario del edificio ubicado en la manzana rodeada por calles Vicente López, Paseo Güemes, Juramento y pasaje Zorrilla, donde la Municipalidad quiere crear un Museo del Folklore.

“El 10 de enero presentamos el amparo, no fue rechazado in limine y se dictaron las primeras medidas como el pedido de informes sobre los hechos y fundamentos de la ley y al Estado Nacional para que explique el interés general de la ley”, contó el abogado y consideró que “el amparo tendría que frenar el traspaso si nos remitimos al derecho, en defensa de condiciones dignas de trabajo y para que los trabajadores sepan qué va a pasar con ellos”.

El recurso fue presentado en el Juzgado Federal conducido por el juez Julio Bavio, tanto en representación de los trabajadores de la Palúdica, del Senasa y del Ministerio de Salud de la Nación, como de los derechos colectivos de la comunidad a la salud pública.

Bravo Herrera explicó que en 1923 el doctor Luis Güemes donó el inmueble con el cargo de que se lo destine a la salud pública, primero fue para el paludismo y hoy para el programa de vectores y señaló que “si no se cumple con el cargo, el Código Civil dice que si fue hecha en favor de un tercero, no solo lo pueden reclamar el donante y sus herederos sino también ese tercero, que en este caso es la comunidad”.

 “Queremos seguir trabajando aquí”

El titular del programa de Control Nacional de Vectores, Mario Zaidenberg, cuestionó que se hayan tomado medidas sin consultarlos y que eso los mantiene con un profundo desconocimiento de lo que va a pasar con ellos y con temor por la fuente de trabajo de los 50 trabajadores que allí se desempeñan.

“Hay una resolución de la Agencia de Administración del Patrimonio del Estado en donde establecieron que de los 10.000 metros cuadrados que comprende el edificio en toda la manzana, se destinen 2690 para el museo, 2600 para vectores y el resto para los proyectos que alguna institución lleve adelante; pero no sabemos cuáles 2600 metros cuadrados, si son en el edificio principal, en el patio o donde estaba nutrición, que está abandonado y en muy mal estado”, reprochó en diálogo con LA GACETA.

Zaidenberg ratificó que su propósito es seguir trabajando en el mismo lugar, clarificando su situación y con mejores condiciones de trabajo, teniendo en cuenta que existía un proyecto con presupuesto destinado a su acondicionamiento pero que jamás se ejecutó.

El doctor sostuvo el estado de incertidumbre en el que se encuentran en virtud de que solo mantuvo una “conversación informal con en intendente Gustavo Sáenz”, pocos meses atrás cuando recién comenzaba a hablarse del tema, pero reiteró que fue informal y que no obtuvo ningún tipo de definición.

La Palúdica continúa funcionando pese al reclamo

A pesar de que los trabajadores están en asamblea, estado de alerta y movilización constante en repudio a la ley,  la Palúdica continúa brindando sus servicios y atención de manera normal.

Matilde Juárez, delegada gremial y empleada, confirmó que están cumpliendo con todas sus funciones normalmente, tanto en lo relativo al dengue y al paludismo, como en la vacunación contra la fiebre amarilla y en el laboratorio de Senasa.

“No nos informaron de ninguna merma de trabajadores y esa es nuestra inquietud, no hubo dialogo oficial”, soslayó y contó que la ley dice que, en un plazo de 60 días, el municipio tomará posesión del edificio pero que tienen fe de que la Justicia juegue “a favor de la salud de la gente con el amparo y proteja nuestros derechos avasallados”.