Un policía rescató a una pareja que quedó atrapada en un zanjón

Dos jóvenes con capacidades especiales se refugiaron en una barranca durante la fuerte tormenta de la noche del sábado y casi son arrastrados por la crecida.

26 Feb 2017

En la noche del sábado, el 911 recibió una llamada desesperada. Una pareja de jóvenes se encontraba atrapada en la correntada de un zanjón de La Viña, a la altura del kilómetro 100 de la ruta 68, mientras intentaba guarecerse de la intensa tormenta que asoló la región. El operativo policial se puso en marcha enseguida y afectó a oficiales de la fuerza así como a efectivos que se encontraban realizando el control vehicular del tránsito a la Serenata a Cafayate. Entre ellos estaba Alfredo Benito Guanca, el sargento ayudante de la Policía de Salta, oriundo de Guachipas, de 42 años, padre de dos hijos y que desde hace 16 años trabaja en seguridad vial en La Viña.

En una charla con LA GACETA, Guanca relató que en un principio la orden fue rastrillar la zona en busca de un vehículo que había sido arrastrado por la corriente, pero que mientras avanzaba la búsqueda se encontró sumergido en un zanjón que se había convertido en un arroyo crecido de barro y agua, y que en algunos sectores tenía más de seis metros de profundidad y 15 de ancho. En medio de esa escena, Guanca llegó hasta donde se encontraba una parejita de jóvenes, ambos con capacidades especiales y que habían logrado pedir ayuda con sus celulares. "Tomamos conocimiento por la Subcomisaría de La Viña y supimos que había dos puntos críticos por una tormenta muy fuerte en la zona", cuenta el sargento ayudante. "En ese momento daban cuenta de que un vehículo habría sido arrastrado por la corriente en la zona sur del ingreso a La Viña, y dijeron que se trataba de una familia completa que se encontraba dentro del auto", cuenta. Según su relato, el lugar de la crecida no es un río ni un arroyo, sino un zanjón que se forma naturalmente y que se convierte en paso de barro y agua como desague natural.


Eran cerca de las 21 del sábado, Guanca estaba en la ruta controlando a los autos que iban o volvían de Cafayate y se sumó al equipo de rastrillaje para atender el pedido de ayuda recibido. "Nos dirigimos al lugar, tratamos de ubicar el vehículo, rastrillamos 300 metros pero las calles de La Viña eran un río, todo desembocaba en el zanjón, que en esa parte llega a tener hasta 15 metros de ancho y hasta 6 metros de profundidad. No encontramos nada", relata. "Después nos dirigimos por un callejón de la finca, a unos 150 metros del zanjón y era imposible pasar por el cauce del agua. Nos ordenaron buscar zanjón abajo y fuimos rastrillando la zona pero era impresionante, llevaba árboles enteros, ramas, en algunas partes no se veía nada. Llegamos a un potrero donde se hacen plantaciones de ají y tabaco y en ese momento el Oficial Ayudante Rufino logra ver a la pareja en el zanjón contra una barranca, que gritaba y pedía auxilio. Yo todavía pensaba que había un vehículo, pero eran ellos que habían ido caminando al lugar antes de la lluvia y para no mojarse optaron por ir al zanjón para refugiarse".


Mientras intentaba alcanzar a los jóvenes, Guanca cae en el zanjón y la fuerza del agua lo arrastró unos 15 metros. "Logro salir al frente de donde estaban ellos y mis compañeros me iban indicando dónde estaban. Caminé 150 metros y pude verlos contra la barranca", dice y agrega que en ese sector el agua le llegaba a la cintura, por lo que logró llegar caminando a donde estaban. "Primero le dije a la chica que subiera a mi espalda a cococho y la pude sacar 10 metros a un lugar más seguro. Despues volví a buscar al muchacho, que temblaba de frío y estaba asustado. Caminamos unos 150 metros, los tres agarrados de la mano y logramos ver un lugar donde había una barranca con un árbol ladeado donde hicimos pie y pudimos salir a la plantación de tabaco. Ahí se quedaron más tranquilos", relata.

El oficial agrega que ambos jóvenes, una mujer de 25 años y un hombre de 23, tienen discapacidades madurativas y fueron trasladados sin lesiones a la comisaría de La Viña, desde donde sus padres los retiraron poco después. "Los veía temblando de frío, debían estar asustados, no hablaban y temblaban. En todo momento intenté tranquilizarlos", agrega Guanca. "Fue una situación muy angustiante, con frío. Ellos pudieron llamar al 911 y pidieron ayuda y gracias a eso pudimos ubicarlos. Es la primera vez que me toca hacer un rescate. Fue algo inesperado después de una lluvia muy fuerte. Hizo un calor insoportable a la tarde y a la tarde noche cayó granizo. Conozco la zona de chico porque iba a pescar y uno no mide las consecuencias".

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