La Sinfónica prepara su próximo concierto en el Provincial

En la víspera al Día de la Memoria, Verdad y Justicia, la Orquesta Sinfónica estrenará la obra de un compositor que, aunque no fue argentino, sostuvo un profundo sentimiento patriótico y de arraigo a sus raíces. Se trata de la Sinfonía N°3 de Jean Sibelius, el finlandés que con su música ayudó a desarrollar la identidad nacional de su país durante su lucha por la independencia de Rusia. El concierto será este jueves, a las 21.30, en el Teatro Provincial –Zuviría 70-.

En la primera parte de la gala se interpretará el Concierto para flauta en Re mayor Op. 283 de Carl Reinecke con la participación de Santiago Clemenz, como solista. La entrada será gratuita, sin invitación y por orden de llegada.

Hasta que se realice el correspondiente concurso para cubrir el cargo de director titular de la Orquesta, su maestra asistente, Yeny Delgado, está a cargo la batuta del cuerpo estable. Sin una programación armada, la Sinfónica inició su temporada de conciertos regulares, y para abril proyecta darle continuidad a sus presentaciones didácticas para las escuelas.

Delgado le contó a LA GACETA que para la gala de esta noche eligió dos compositores que fueron contemporáneos y que pertenecen a diferentes corrientes dentro del romanticismo: Jean Sibelius (1865 – 1957) y Carl Reinecke (1824 – 1910). “El romanticismo tuvo dos etapas. La primera se relaciona con el sentimiento romántico por excelencia y con el alma desbordada mientras que el segundo es el romanticismo arraigado al sentimiento nacional. Reinecke pertenecía al primero mientras que Sibelius al segundo”, explicó la directora cubana.

Sobre la “Sinfonía N° 3” de Sibelius, Delgado comentó que musicalmente “es una obra muy importante para cualquier orquesta porque tiene complejidad técnica para todas las familias de instrumentos. Hay lucimiento de las cuerdas y también de las maderas. Utiliza la armonía como refuerzo dramático en toda la obra”.

Para entender la obra es fundamental conocer la historia de su creador. En ese sentido, la maestra explica que “Sibelius se caracteriza por ser un compositor oscuro y nostálgico pero su Sinfonía 3 es optimista porque la creó en un momento positivo de su vida. El sufrió muchas pérdidas a los largo de su existencia, entre ellas la de su hija. En esa etapa se hizo adicto al alcohol pero años más tarde, cuando ya había creado sus dos primeras sinfonías, se alejó de ese estilo de vida y compuso la tercera. Se rehízo como compositor y como persona. La obra muestra un intervalo más feliz y se nota en su simplicidad musical. Luego, en las otras cuatro sinfónicas, vuelve a la oscuridad que lo caracteriza”.

La Sinfonía N° 3 es un paréntesis en la vida de Sibelius como creador. No es la secuencia de las anteriores ni de las posteriores. Está atravesada por un sentimiento heroico y político hacia el ser humano con un final solemne. “El mensaje de la obra es volver a tener confianza en el ser humano porque es la única posibilidad de tener un futuro”, resumió.