Proponen devolver impuestos al turismo interno para desalentar los viajes al exterior

El IVA se tomaría a cuenta de Ganancias o como gasto deducible. En Salta, el turismo cayó un 32% en relación al año anterior.

28 Mar 2017
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Con un tipo de cambio real relativamente bajo, en los últimos tiempos se registra un saldo negativo en el flujo de turistas. El año pasado ingresaron dos millones de personas y salieron tres millones; fue el déficit más alto desde 2009 y la tendencia se mantiene en lo que va de este año. En Salta, y en lo que va del año, el trismo cayó un 32%. En ese marco, el Ieral (instituto de investigaciones de la Fundación Mediterránea) presentó una propuesta impositiva para favorecer el turismo interno.

La propuesta implica la devolución de impuestos a los turistas locales y el impacto fiscal se minimizaría por los incentivos a formalizar que generaría y por el impacto en la actividad interna. Se la presentaron al ministro de Turismo, Gustavo Santos. El trabajo, elaborado por los economistas Marcelo Capello, Marcos Cohen Arazi y Vanessa Toselli, apunta a incentivar el turismo interno, dado que en estas circunstancias las salidas al exterior son "fuertemente competitivas", según detalla diario La Nación.

La propuesta incluye la deducción o pago a cuenta de Ganancias de los impuestos pagados en las compras relacionadas con el turismo, equivalente al IVA implícito en la operación. Hay dos posibilidades: que el turista tome el equivalente del IVA como un pago a cuenta (mayor beneficio para la persona, mayor costo fiscal) o que se lo considere un gasto deducible de Ganancias.

Capello explicó que el beneficio propuesto compensaría el que los extranjeros reciben, en la mayor parte de los países, cuando pueden recuperar impuestos incluidos en sus compras. El beneficio se instrumentaría sólo para pagos con tarjetas de débito y crédito para incentivar el blanqueo de las actividades turísticas. Admite que puede ser complejo definir qué actividades abarcar y qué zonas. Sostiene que lo lógico sería todo lo asociado directamente al turismo, como restaurantes, hoteles y esparcimiento en localidades "típicamente turísticas" y en períodos de mayor afluencia de visitantes.

De manera complementaria se podrían otorgar beneficios en regiones y períodos que permitan direccionar flujos de visitantes con criterios de planificación.

La propuesta del Ieral sugiere establecer topes para los beneficiados. Por ejemplo, un sueldo promedio que se podrá utilizar como deducción o pago a cuenta de Ganancias, siempre que realice gastos turísticos.

Para los economistas, el reconocimiento del beneficio debería ser automático con la operación, ya que los sistemas de información disponibles lo permiten. Es similar al esquema que existió para las percepciones tributarias para compras de argentinos en el exterior.

Si se trata de un turista que paga Ganancias (autónomos o asalariados), podrá deducir el gasto en su declaración al cierre del período fiscal correspondiente.

En caso de que sea una deducción de la base imponible, el ahorro será equivalente a la alícuota que paga de Ganancias multiplicada por el beneficio en condiciones de deducir. Es decir, si la alícuota fuera 35%, la persona tendría un ahorro impositivo equivalente a 8,4 puntos porcentuales del IVA pagado sobre sus compras.

Si fuera un pago a cuenta, el ahorro impositivo sería equivalente al gasto deducible, con un tope anual de un salario promedio, y si el turista no pagara Ganancias (monotributistas o autónomos o asalariados no alcanzados por el impuesto), debería poder acceder a la devolución en efectivo del beneficio.

Incentivos a la oferta

Para que los prestadores turísticos operen con tarjetas se plantea que el Estado brinde facilidades para el acceso a los establecimientos más chicos, de modo de no generarles perjuicios. Si el comercio ya operara en la formalidad, no debería modificar su estatus; si fuera monotributista, el beneficio resultaría equivalente al 21% del monto de la compra (IVA implícito en la operación).

"Los informales que no blanqueen -señaló Capello- perderán competitividad, por eso es un incentivo a que lo hagan."

Subraya que si bien se resigna recaudación por la promoción, se incrementa por mayor nivel de actividad y más cumplimiento impositivo, a la vez que el aumento del movimiento generaría un efecto multiplicador.

Capello apuntó que de cada 100 pesos que gastan los argentinos en turismo 54 son en el exterior. Respecto de los niveles de informalidad en el sector interno, se calculan en la mitad. "No decimos que el efecto neto sea positivo, pero el costo fiscal se minimizará por la dinamización”.

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