Un puente precario y cubierto de agua impide que chicos salteños vayan a clases

Un puente muy deteriorado e intransitable en estos días de lluvia es lo que impide que más de un centenar de chicos concurran a clases. Desde la semana pasada, niños y adolescentes de las escuelas de los parajes de Media Luna, Pozo La Mora y Monte Seco no pueden ir a estudiar porque el camino representa un peligro.

Pero esta situación no es novedad en la zona. La directora de la escuela N°4757, Mirian Vera, contó a LA GACETA que desde hace varios años existe este puente de vigas y maderas viejas que suele usarse en temporadas de lluvia, porque crece el arroyo de este cauce que durante gran parte del año está seco.

Pero ahora, Mirian se vio sorprendida por el caudal de agua que pasó por allí, dejando cubierto a este precario puente que hace tiempo necesita reemplazo, ya que pone en riesgo a la comunidad y la deja asilada e incomunicada con el poblado más cercano que le provee de alimentos y servicios, Fortín Dragones.

“Ese puente fue puesto por la gente de YPF. Yo hace 10 años que trabajo aquí y ya estaba. Pero no solo se usa para ir a la escuela, la gente queda aislada y también los puestos sanitarios”, describió la docente de Media Luna, quien además explicó que sus alumnos -al igual que los de Pozo La Mora y Monte Seco- pertenecen a la comunidad originaria wichí.

Ese puente no solo es peatonal, sino que por ahí también pasan las motocicletas y los vehículos trasladado a los vecinos y llevando provisiones. Así como lo hace mensualmente la Fundación Resilient, que desde 2012 colabora con la escuela que dirige Mirian.

Esta organización de Córdoba publicó en las redes sociales cómo viven esta comunidad y reclamó a las autoridades, principalmente a las del municipio de Embarcación (al cual pertenecen los parajes), que dieran una solución definitiva a este precario y peligro acceso.

“Los docentes no pueden estar sufriendo para ir a trabajar; los chicos y las maestras se acostumbran a vivir mal y los funcionarios tienen que hacerse cargo”, dijo a LA GACETA, Marcela Cantero, fundadora de Resilient.

“Parecemos África y son nuestros compatriotas que viven en estado de un abandono increíble”, manifestó Cantero, quien años atrás donó a la escuela N°4757 un tanque de 1000 de litros de agua, dado que el principal problema que observó allí era la falta de agua potable. Voluntarios de la fundación y estudiantes de una escuela técnica de Córdoba construyeron un destilador de agua que funciona con energía solar.

Desde aquel momento, y mes a mes, la fundación siguió colaborando con la escuela: lleva leche, comida, ropa y calzados para los 63 chicos que concurren a clases en Media Luna. Pero este mes no pudo llegar la mercadería, se encuentra varada en Dragones, a la espera de que este viejo puente esté en condiciones para pasar.