Denuncias cruzadas en el área de limpieza del Hospital San Bernardo

Una parte denuncia maltrato laboral y la otra señala maniobras del sindicato para disputar poder. Las voces del conflicto.

07 Abr 2017

Un nuevo capítulo de conflictos entre el personal del Hospital San Bernardo se visibilizó esta mañana cuando desde ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) se convocó a una asamblea de trabajadores y a medios de comunicación para hacer pública una denuncia particular de maltrato laboral y violencia de género, por parte de una empleada del sector de limpieza y hacia la jefa de Servicios Generales del hospital.


Unas 15 personas se reunieron en el hall de entrada del edificio, convocadas por la delegada, Claudia Echenique, y por el secretario de organización de ATE, a cargo de la comisión de Violencia Laboral, Raúl Rodríguez. "Es un problema de violencia laboral, y hay una denuncia policial por este tema. El subgerente nos dijo que esto se va a solucionar", dijo Rodríguez a LA GACETA, pero sin confirmar cuál sería la medida que habría tomado la gerencia del nosocomio.

La denuncia

Ana Benicio, la denunciante, empleada de limpieza en el sector de Servicios Generales, dice que todo sucedió durante una jornada de trabajo en la que comenzó a sentirse descompuesta.

"La encargada me pidió que hiciera dos consultorios más, y le dije que me sentía mal. No los limpié y entonces ella vino y me exigió que los haga porque no tenía personal. Le dije que llamara a otro compañero porque yo no lo podía hacer. Ahí me envía un mensaje diciendome que no necesitaba personal enfermo en el hospital y que me hiciera ver. Dejé todas mis cosas de trabajo y me fui a la guardia, me atendió el doctor Dip, y tenía la presión muy alta, con 18/10. Me dio un certificado médico para que me retirara y me recetó una pastilla para que tomara para bajar la presión. Con ese certificado me estaba yendo a personal y me la encontré a la encargada, la señora Gloria Yapura, y me dijo que la acompañara. Le mostré el certificado y me llevó a una sala de Unidad Coronaria, me dijo que me acostara y que tomara dos pastillas. Me dieron ganas de ir al baño. Cuando me levanté de la cama, me sentí mareada y me desplomé, me desmayé. No sé qué pastilla me dio", dice.


"Lo tomamos como violencia porque no hizo caso al certificado médico y la internó", apuntó Echenique. "Hicimos todas las presentaciones dentro del hospital. Además también desplazaron a una compañera del lavadero. Hubo varios casos de violencia con otros compañeros y por eso hicimos la asamblea", agrega. "Pedimos que esta persona sea separada del cargo, por el abuso de autoridad, por el avasallamiento, y porque debió haber una supervisión. Esta señora se tomó las atribuciones de desplazar gente a su antojo y sin motivo".

La posición del hospital

Desde la gerencia, el doctor Jorge Coronel, dice que se inició una investigación interna "sobre una supuesta internación que no fue tal. Una persona aparentemente por un problema de salud, la hizo acostar en una cama. Tenemos dos posturas diferentes sobre el tema y hemos pedido los descargos y declaraciones a todos los sectores", explicó a LA GACETA.


"Ana toma como que hubo violencia hacia su persona y ante esto, al haber intervenido también la policía, hablamos con el gremio. Las enfermeras dan los remedios que indica el médico, por eso hay que aclarar este punto. Más allá de esto, en la parte de legales, para evitar confrontaciones entre el personal, se va a destinar al personal a sectores diferentes" agrega.

La parte denunciada responde

Emocionada y al borde de las lágrimas, Yapura dice que se siente impotente. "Acá hay gente drogadicta, alcohólicos, la gente que pertenecía a Ramos y ahora responde a (Oscar) Maidana. Muchas otras personas son excelentes y me saco el sombrero, pero hay un grupito chico que hace daño y la dirigencia les sigue la corriente. Son todas cosas puestas contra mi persona, es una cuestión de piel, no hay razones", dice, en respuesta a la consulta sobre los motivos que encuentra detrás de lo que define como una denuncia armada. 

"Empecé a mover gente, algunos por atrevidos, pero jamás perseguí ni le levanté la voz a nadie. Hoy me proponen otra jefatura para apaciguar las cosas. Yo amo el hospital, no acepté la propuesta", agrega. "Con Ana no tengo nada, sí con las personas que están alrededor. Yo soy enfermera y a cualquier persona que tenga una necesidad voy a intentar ayudar", dice y da su versión de los hechos. 


"Le pedí a una asistente que le diga a Ana que haga un consultorio, contestó que se sentía mal y entonces le dije que fuera a la guardia porque acá no puede haber gente enferma trabajando. Me la encontré en la escalera y me dijo que le habían dado una pastilla para la hipertensión arterial. Le pregunté quién la iba a ir a buscar y me dijo que el hijo venia. Entonces le dije que hasta que llegara el hijo que se acostara en una cama, pero es algo que le hubiera dicho a cualquiera. También le ofrecí buscarle muestras para que se lleve a la casa. Vino y le pedí a Juan que le apagara la luz, le ofrecí un caldo, un té. Entonces vino Susana Guaymás, sin autorización, y empezó a sacar fotos y a decir que la había internado, y ella hizo la denuncia en nombre de Ana. Ella es la que se quiso incendiar cuando se hizo el reclamo en la puerta del hospital", recuerda. "Ella es mi personal y por eso le ofrecí acostarse. Para mí todo esto fue tramado, pero hay un Dios que va por delante mío".

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