Abuso en el San Bernardo: investigan a los 30 empleados que estuvieron a cargo de la guardia

El acusado fue apartado de sus funciones y avanza la investigación de la justicia a raíz de la denuncia de una joven que ingresó por una alergia.

26 Abr 2017
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FOTO ILUSTRATIVA ARCHIVO LA GACETA

El caso de una joven que ingresó a la guardia por una alergia y denunció ser abusada por un técnico laboratorio puso en jaque la seguridad del hospital San Bernardo y mantiene en alerta a los jefes de guardia, administrativos y todo el personal del policlínico más importante del NOA. 
Pasó durante la madrugada del lunes y el hecho se conoció ayer. La presunta víctima señaló a un empleado del Hospital que habría realizado tocamientos cuando la asistía en el sector de guardia, después de haberle pedido que se sacara la ropa. En su relato la joven también indicó que fue inyectada con un medicamento que le causó más alergia. 
El relato sorprendió puertas adentro del hospital. “Las guardias son boxes compartidos donde hay mucho tránsito de personas lo que dificultaría la posible comisión de un delito”, dijo a LA GACETA la jefa de asesoría legal del hospital, Georgina Storniolo. La abogada no desmintió la versión de la denunciante pero expresó que el caso despertó sospechas. 
Mientras la justicia avanza con la investigación simultáneamente en el hospital se investiga a todo el personal que estuvo a cargo de la guardia el domingo. Son unas 30 personas a las que se les inició un sumario para determinar responsabilidades, contó Storniolo. También se les pidió colaboración a la justicia y detalles qué pasó ese día. 
Desde entonces se prioriza la comunicación entre los jefes de guardias para controlar el funcionamiento y activar el protocolo de seguridad ante estos casos. Acerca de la seguridad interna en el San Bernardo, la asesora indicó que “la empresa a cargo brinda un servicio adecuado, pero  este caso nos puso a todos en alerta”. “No queremos que esto vuelva a ocurrir”, dijo. 
Sobre el medicamento que la víctima denunció que le inyectaron, Storniolo indicó que se trató de un antihistamínico que se aplica para eliminar o reducir los efectos de las alergias y suelen relajar a los pacientes. 
El empleado denunciado fue apartado provisoriamente de sus funciones mientras avanza la investigación de la justicia.

El caso de una joven que ingresó a la guardia por una alergia y denunció ser abusada por un técnico laboratorio puso en jaque la seguridad del hospital San Bernardo y mantiene en alerta a los jefes de guardia, administrativos y todo el personal del policlínico más importante del NOA. 

Pasó durante la madrugada del lunes y el hecho se conoció ayer. La presunta víctima señaló a un empleado del Hospital que habría realizado tocamientos cuando la asistía en el sector de guardia, después de haberle pedido que se sacara la ropa. En su relato la joven también indicó que fue inyectada con un medicamento que le causó más alergia. 

El relato sorprendió puertas adentro del hospital. “Las guardias son boxes compartidos donde hay mucho tránsito de personas lo que dificultaría la posible comisión de un delito”, dijo a LA GACETA la jefa de asesoría legal del hospital, Georgina Storniolo. La abogada no desmintió la versión de la denunciante pero expresó que el caso despertó sospechas. 

Mientras la justicia avanza con la investigación simultáneamente en el hospital se investiga a todo el personal que estuvo a cargo de la guardia el domingo. Son unas 30 personas a las que se les inició un sumario para determinar responsabilidades, contó Storniolo. También se les pidió colaboración a la justicia y detalles qué pasó ese día. 

Desde entonces se prioriza la comunicación entre los jefes de guardias para controlar el funcionamiento y activar el protocolo de seguridad ante estos casos. Acerca de la seguridad interna en el San Bernardo, la asesora indicó que “la empresa a cargo brinda un servicio adecuado, pero  este caso nos puso a todos en alerta”. “No queremos que esto vuelva a ocurrir”, dijo. 

Sobre el medicamento que la víctima denunció que le inyectaron, Storniolo indicó que se trató de un antihistamínico que se aplica para eliminar o reducir los efectos de las alergias y suelen relajar a los pacientes. 

El empleado denunciado fue apartado provisoriamente de sus funciones mientras avanza la investigación de la justicia.

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