Las cuatro detenciones confirmaron las sospechas del entorno de Daniela Guantay
“Nadie merece ser tratado tan cruelmente y de la forma en la que asesinaron a mi hija”, dice Verónica, mamá de la joven encontrada en las márgenes del Mojotoro.
“Nadie merece ser tratado tan cruelmente y de la forma en la que asesinaron a mi hija”, dice Verónica, la mamá de Daniela Guantay, la joven de 22 años encontrada el 7 de marzo en las márgenes del río Mojotoro que delimita el barrio Juan Manuel de Rosas con la localidad de Vaqueros.
La detención de cuatro hombres señalados como los principales sospechosos por el crimen divide sus sentimientos. “Cuando lo supe sentí alegría por mi hija, pero al mismo tiempo tuve un dolor muy fuerte en el corazón”, cuenta en diálogo con LA GACETA.
Las sospechas siempre apuntaron al entorno cercano de la joven y Verónica lo confirma. Dice que su hija conocía a uno de los hombres que están detenidos e imputados pero la incertidumbre es saber quiénes son los demás. Sus nombres y apodos les son desconocidos. Carlos Agüero, alias “Gordo Chuli”; Norberto Silvestre, alias “Chiky”; Franco Aleman y Julio César Monasterio están detenidos.
El dolor acompaña el pedido de justicia. “Si se comprueba que tuvieron participación son cuatro asesinos que se ensañaron mi hija, una chica joven, mamá de tres hijos, que luchó para defenderse. Tengo un dolor muy grande en el alma”, dice.
La mujer siempre cuestionó el accionar de la Policía denunciando que en un primer momento no le quisieron tomar la denuncia por la desaparición de su hija, el 28 de febrero. Una semana después, un vecino encontró los restos en las márgenes del río. La Justicia pidió mesura, a la espera de conocer los resultados de las muestras de ADN tomadas en el lugar. Por su parte la Policía continuó con la búsqueda, pero Verónica siempre supo que se trataba de Daniela.“Mi corazón me lo decía, sabía que era el cuerpo de mi hija más allá de reconocer su ropa. Nunca antes sentí un dolor tan grande, ese día sentí que me moría”, recuerda.
La vida le dio un golpe duro a Verónica a quién le toca ser la mamá de sus nietos, los tres hijos que dejó Daniela.
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