Alejandro Dolina: "la confrontación constante lo único que hace es agregar un grado de tristeza"

Hacer radio desde un margen, casi en estado de emergencia, dice Alejandro Dolina, sosteniendo el espacio de "La venganza será terrible" en el aire de la AM 750 (FM 92.7 en Salta) con la flexibilidad de los supervivientes. El programa está cumpliendo 30 años, se regaló un libro de 500 páginas que lo celebra y la vuelta de Gillespi para el futuro menos lejano.

Un estado "de gran entusiasmo creativo y también de grandes dificultades", dice Dolina a LA GACETA sobre el presente del proyecto. El motor es también envión para las giras nacionales, que se volvieron más frecuentes en esta nueva etapa y que mañana viernes lo traerán de vuelta al Teatro Provincial, a las 21.30. 

"Los viajes a las provincias siempre los hicimos. Ahora, lamentablemente por cuestiones que tienen ue ver con la economía del país, con los usos, se está pasando por un momento bastante malo. El sistema que utilizábamos antes para hacer las giras era que un municipio, institución u organismo nos pagara los gastos, nosotros íbamos y la gente entraba gratis. Ahora esos organismos no están en condiciones de pagar y por eso tenemos que cobrar entradas, que es algo que no habíamos hecho antes. Eso cambia un poco el escenario porque hace aparecer a un personaje que antes no existía, que es el que quiere ir y no puede. A nosotros eso nos da un poco de dolor. Es cierto que las funciones andan bien hasta ahora, a pesar de que la gente tiene cada vez menos plata, hemos podido hacer funciones bastante o muy exitosas.

"La gente está menos loca en las provincias que en Buenos Aires, lo cual no es decir mucho, porque el grado de locura en Buenos Aires es difícil de empatar en cualquier lugar del mundo. Nos encontramos con gente en dificultades pero que trata de gestionarlas con otra mansedumbre y sin tratar de confrontar con el otro".

-¿En la radio también encontrás dificultades para hacer el programa?

-Pasa también que las radios que nos contratan también son empresas con dificultades, que tienen problemas para cumplir, para incurrir en gastos de auditorios. Nuestro programa es complicado porque somos muchos, porque recibimos gente, porque hay que poner a alguien que haga luces, otro en la puerta, todo eso cuesta dinero y a veces las radios no tienen ganas de gastar en eso. Se nos ha complicado y por eso tenemos que hacer los programas en horarios no habituales y grabarlos con anterioridad. Todo eso es hijo de una situación del país, de la economía y de las radios. Es difícil encontrar radios sólidas que puedan ayudarnos, somos más bien nosotros los que ayudamos a las radio. Es una situación casi de emergencia.

-¿Esa emergencia también los llevó a viajar más?

-La parte buena de esto es que vamos mucho más ahora a las provincias de lo que íbamos antes y eso es muy venturoso, nos gusta mucho recorrer el país de esta manera, conocer gente nueva, los programas son más entusiastas, se produce un reencuentro con quien está con uno todas las noches. Es un encuentro con viejos amigos que uno no conoce. Estamos tratando de volver a salir en vivo, pero no depende de nosotros. Igualmente el resultado artístico es más o menos el mismo. Los problemas los tenemos nosotros, algunos oyentes ni siquiera se enteran que no es en vivo.

-¿Cómo encontrás a las personas en las provincias?

-La gente está menos loca que en Buenos Aires, lo cual no es decir mucho, porque el grado de locura en Buenos Aires es difícil de empatar en cualquier lugar del mundo. Nos encontramos con gente en dificultades pero que trata de gestionarlas con otra mansedumbre y sin tratar de confrontar con el otro. La confrontación constante lo que hace es agregar un grado de tristeza. Las provincias en este sentido están mejor, en el sentido espiritual. En el económico están mucho peor.

-¿Qué sensaciones te produjo el fallo de la corte con el 2x1 para delitos de lesa humanidad?

-Revela un poco de qué lado se acuesta la Corte Suprema y cuáles son sus simpatías, de qué manera ve la historia argentina, qué visión tiene de aquellos años y a qué sector parecen pertenecer. Esto no es más que el blanqueo de unos pensamientos que detentaban hace mucho tiempo y no se animaban a hacerlos públicos o convertirlos en una situación legal. Pero como ahora es más glamoroso y todos han resuelto hacer públicas sus adicciones más secretas, entonces vamos a beneficiar a los torturadores que después de todo nos caen bastante bien. Tampoco me sorprendió, no es que me caí de espaldas, fue algo bastante esperable. Es una nota más de desazón, que contribuye a dar todavía un color más siniestro al cuadro de pesadilla que estamos viviendo.

-En el cuadro entran también los femicidios y la violencia de género, una alerta sobre la que también te has pronunciado en sintonía con organizaciones que trabajan para visibilizarla

-Por suerte de esas organizaciones, en el pa+ois y el mundo, está dando resultado. No solamente se ha producido un mayor interés de las autoridades, sino que algunos paradigmas machistas a los que todos estábamos acostumbrados han sido puestos por fin en tela de juicio. Nuestra forma de pensar la relación entre los sexos por fin está tomando un sesgo más razonable. No solo se trata de que sea injusto que la mujer gane menos, o tenga menos oportunidades sino también de una visión casi filosófica de la relación entre los géneros, que hace mucho tiempo es tendenciosa, ofensiva y humillantes, la vieja historia del hombre que cree que la mujer es una de sus propiedades.

PARA AGENDAR

La venganza será terrible. Viernes 19 de mayo, a las 21.30 en el Teatro Provincial, Zuviría 70. Alejandro Dolina, Patricio Barton y el Trío Sin Nombre ponen en escena el ciclo, que este año cumple 30 temporadas. Entradas desde $250.