Aún sin pistas firmes en la búsqueda, los papás de Gala Cancinos dicen que están desconcertados

Los celulares están encendidos las 24 horas y suenan todo el día. Y, cuando no pasa, los revisan igual. Esperan un llamado, un mensaje, la noticia que les diga dónde está Gala. Pasó una semana desde que la vieron por última vez y sus papás dicen que viven un calvario. Aún sin pistas ni hipótesis firmes de dónde y con quién está, confían en reencontrarse con la adolescente que mantiene en vilo a todos.

"Por las cámaras de seguridad pudimos confirmar que era ella la chica que se observa en el Parque Bicentenario, el martes 16 a las 16.20. Ella entraba y salía, se la veía nerviosa", cuenta Javier Cancinos a LA GACETA. También dice que su hija, ese día, no tenía nada que hacer ese día en el pulmón verde de la zona norte de la ciudad porque tenía clases de educación física en el colegio y luego de inglés, de 16.30 hasta las 18.30.

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Javier estaba a punto de viajar por trabajo a Buenos Aires y llamó a su casa para contactarse con su hija, pero la joven nunca respondió. Tampoco tenía celular porque, por las bajas notas, se lo habían quitado. El padre comenzó a asustarse, se contactó con su esposa quien tampoco tenía noticias de la muchacha, y suspendió el viaje.

La búsqueda inició hace una semana y la familia cuenta que vive un calvario. "El minuto a minuto es terrible, no sabemos cómo está, con quién está. Y, por el tiempo que está pasando, tiene que estar con una persona adulta", sostiene el papá. En las imágenes de las cámaras del Parque Bicentenario Gala estaba sola e inquieta, entraba y salía del Parque Bicentenario. ¿Qué alimenta esta hipótesis?

Según el papá, "Gala se fue de su casa con una muda de ropa, un pantalón de jean y una campera de algodón, no tenía dinero, la tarjeta de Saeta, ni celular". Para Javier, "sí o sí tiene que estar con una persona mayor que le está dando comida y cobijo, esto me aflige mucho", dice.

No hay certezas ni precisiones de dónde puede estar Gala. La familia dice que las autoridades la están buscando pero aún no hay pistas de la adolescente. "Necesito verla, la quiero conmigo", reclama entre lágrimas, en los pasillos de la Comisaría 1°.

Mónica, mamá de Gala, dice que en estos días el celular no paró de sonar. "Los amigos y compañeros no han dejado de comunicarse ofreciéndonos ayuda, estamos agradecidos y desconcertados". Recorren las comisarías y las fiscalías esperando el reencuentro con la menor, que se hace esperar y lleva ya una semana de intensa búsqueda.