“House of cards” llega a su quinta temporada

Vuelve, pero la sensación es que nunca se fue. Esta noche, la plataforma Netflix habilitará la quinta temporada de su más exitosa serie, “House of cards”, la cara oculta de las tramas del poder en la Casa Blanca.

Ejemplo de marketing constante, el producto nunca desapareció del todo, aún cuando faltaba tiempo para la nueva temporada. Las numerosas referencias sociales y políticas al protagonista, el presidente estadounidense Frank Underwood (interpretado por Kevin Spacey), se agitaron y multiplicaron con la consagración de Donald Trump como mandatario en el mundo real. Mientras, los responsables de la propaganda de Netflix participaron intensamente en las redes sociales con tuits. Entre ellos, hubo referencias a la crisis que enfrenta Michel Temer en Brasil y al anuncio de Carlos Menem de que se postulará este año para ser reelecto como senador nacional por La Rioja.

Es que “House of cards” se proyecta como un programa global, aunque esté ambientado en lo más profundo de la política de los Estados Unidos. Quizás uno de sus mayores logros fue caracterizar a un insaciable e inescrupuloso Underwood con elementos identificables en los poderosos de todo el mundo, especialmente en su ambición de lograr el control absoluto. Para alcanzarlo se vale de alianzas y traiciones por igual; falta a su palabra y hasta autoriza delitos, en una versión contemporánea de que el fin justifica los medios.

Mucho tiene que ver el talento de Spacey, dos veces ganador del Oscar por “Belleza americana” y “Los sospechosos de siempre”. Y también la mano del director David Fincher, productor de esta remake de una serie británica para la BBC, pensada por Beau Willimon (dejó el programa el año pasado).

El reparto tiene como coprotagonista a Robin Wrigth como la primera dama, Claire Underwood. Ella tiene sus propias ambiciones personales y se transformará en la principal adversaria de su esposo. Por este motivo, su personaje asumirá un rol mayor aún que en temporadas pasadas. Por ejemplo, dentro de la campaña de prensa de Netflix, en la cuenta de Facebook se lanzó un video con Claire en pantalla, que cuestionaba al periodismo, al calificarlo de “una prensa ruidosa que prefiere vivir en el pasado en lugar del presente”. Una frase que remite al pensamiento expreso de Trump, cultor de la llamada posverdad, aunque la productora ejecutiva de la serie, Melissa James Gibson, negó toda vinculación y aclaró que los guiones estaban escritos antes de las elecciones estadounidenses. “La diversión del espectáculo es ver cómo negocian su relación”, sostuvo, en relación al matrimonio presidencial.

El primer capítulo de este año tomará la acción de donde quedó, cuando el mandatario de la ficción estaba a punto de anunciar operaciones a gran escala contra el terrorismo, que en realidad eran una pantalla para desviar la atención de la crisis de pareja que atraviesan los Underwood.